Hace más de 30 años una joven sorprendió al mundo con la fuerza de su rostro y la potencia de sus intensos ojos verdes, gracias a un retrato realizado por Steve McCurry en una campo de Pakistán con el que ilustró un reportaje sobre los refugiados afganos en junio de 1985.
Así, enseguida se convirtió en todo un símbolo del drama y de las vicisitudes de los afganos, que por aquel entonces se encontraba en plena guerra por la invasión de la Unión Soviética.
La niña afgana de ojos verdes, emblema de los refugiados tras ser inmortalizada en la portada de la revista National Geographic, llegó este jueves evacuada a Roma tras el regreso de los talibanes.
"La ciudadana afgana Sharbat Gula acaba de llegar a Roma", anunció en un comunicado la jefatura de gobierno, tras recordar que fue fotografiada a los 12 años, en un campo de refugiados en Pakistán, convirtiéndose sin querer en un símbolo mundial del sufrimiento y la inestabilidad política y social de esa región.
Sharbat Gula pidió salir de su país tras la toma del poder por los talibanes en agosto y el gobierno italiano "facilitó y organizó" su traslado a Italia, como parte del programa para la evacuación de ciudadanos afganos y el plan para su recepción e integración, explica el comunicado.
La foto de hace tres décadas "llegó a simbolizar las vicisitudes y los conflictos de esa etapa histórica que atravesaba Afganistán y su pueblo", escribió la oficina de prensa del primer ministro Mario Draghi.
Sharbat Gula llegó a Pakistán como huérfana cuatro o cinco años después de la invasión soviética de Afganistán en 1979 junto con los miles de afganos que huían de las zonas de combate en la frontera.
Su imagen volvió a dar la vuelta al mundo cuando el fotógrafo Steve McCurry volvió a buscarla en 2002 y comprobó la vida difícil que seguía teniendo, por lo que la propuso de nuevo como protagonista de la portada de National Geographic.
Gula, analfabeta y madre de cuatro hijos, ignoraba que millones de personas habían visto su foto, ni que su imagen había desatado una movilización internacional a favor de los refugiados.
En 2016 había sido enviada a Afganistán, país al que no quería regresar, al considerarlo poco seguro.