¿Por qué Ómicron podría marcar el final de la pandemia?
El aumento en la capacidad de contagio y disminución en la letalidad que caracterizan a la nueva variante del Covid-19, Ómicron, pueden conferir una inmunidad adicional a quienes lo contraigan ante variantes más peligrosas, lo cuál podría salvar innumerables vidas según científicos.
Al contrario de lo que se preveía tras su descubrimiento en Sudáfrica el pasado mes de noviembre, la variante de la Covid-19, Ómicron, es señalada cada vez más por el potencial que tendría para terminar con la crisis sanitaria global, según los expertos, dada sus características: alta transmisibilidad pero baja letalidad.
“Ómicron seguramente conferirá nuevos anticuerpos complementarios a sus víctimas, proporcionando una medida adicional de inmunidad a variantes de Covid más letales”, escribió Rob Arnott, un destacado economista estadounidense en un artículo publicado en el Wall Street Journal, en el cual resalta el rol protector que Ómicron tomará ante la prevención de contraer demás variantes más peligrosas, como la Delta.
“El aumento de la neutralización de la variante delta en los individuos infectados con Ómicron puede dar lugar a una disminución de la capacidad de Delta para reinfectar a esos individuos” concluyó Alex Sigal, quién lideró una investigación del Instituto de Investigación Sanitaria de África (Sudáfrica) enfocada en la inmunidad que el contagio con Ómicron supondría para la futura prevención de la variante Delta.
A pesar de que el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos ha reportado que Ómicron tiene una mayor capacidad de contagio entre población vacunada en comparación con el virus original, la Organización Mundial de la Salud ha constatado también que las vacunas aún mantienen una alta efectividad para prevenir la hospitalización y muerte.
"La respuesta prudente a Ómicron podría ser alentar a las personas vacunadas a contraerlo, mientras se protege a la población en riesgo”, señaló el economista, quién ha criticado las decisiones de varios países, sobre todo en Sudamérica y Norteamérica, de establecer cuarentenas por el avance de la nueva variante.
"Los encierros también cuestan vidas", mencionó, citando un estudio creado para la fundación Reason, el cuál estipulaba que el exceso de muertes por suicidio, homicidio, accidentes o sobredosis había ascendido a 82.000 entre marzo de 2020 y agosto de 2021 en Estados Unidos.
No obstante, la presencia de variantes más letales han supuesto un desafío para las autoridades, que temen un aumento desproporcionado de esta si se llegase a favorecer a la variante Ómicron con menos restricciones para aumentar su transmisión.
El corresponsal de salud del medio británico BBC, James Gallagher, comunica también que los estudios que descifran los efectos que Ómicron puede tener en la población de tercera edad aún no están concluidos en su totalidad, y esto también representa un obstáculo al analizar la opción de levantar cuarentenas en países donde han sido instauradas ya, como es el caso de muchos en Europa.
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