Una mujer estadounidense murió este miércoles en Bahamas a consecuencia del ataque de un tiburón blanco mientras buceaba.
En un comunicado, la Real Policía de las Bahamas (RBPF, por su sigla en inglés) indicó que los hechos ocurrieron a las 14.00 hora local (18.00 GMT) cerca de la Isla de Rose, situada al noreste de la capital Nassau.
La turista, adulta y cuya identidad no ha sido facilitada, fue rescatada del mar y trasladada a un centro hospitalario en New Providence, donde se certificó su fallecimiento.
Debido al suceso, el Ministerio de Agricultura y Recursos Marinos de Bahamas ha pedido a los bañistas precaución a la hora de adentrarse en el océano.
El Ministerio de Turismo de Bahamas, por su parte, trasladó sus condolencias por el hecho y su pesar por lo ocurrido a la vez que anunció la apertura de una investigación por el suceso.
El pasado 2 de junio una joven de 17 años fue atacada por un tiburón en Carolina del Norte y resultó con heridas en ambas piernas, la pelvis y sus manos, informaron entonces las autoridades locales.
Cinco personas murieron por ataques de tiburones en todo el mundo en 2018, un periodo en el que los incidentes no provocados fueron inferiores al promedio y en los que más de la mitad de las víctimas fueron surfistas o practicantes de otros deportes con tabla, según un informe científico publicado en enero de 2019.
El Archivo Internacional de Ataques de Tiburones (ISAF), una entidad de la Universidad de Florida con sede en Gainesville (EE.UU.), investigó 130 incidentes entre humanos y tiburones en 2018, de los cuales catalogó 66 como no provocados, una cifra inferior a los 84 registrados en promedio anualmente en el periodo 2013-2017.
Cinco personas murieron el año pasado a causa de ataques de tiburones y en cuatro de estos casos -ocurridos en Estados Unidos, Australia, Brasil y Egipto- no hubo provocación reveló el estudio.
Australia, con 20 casos, y Brasil y Egipto, con tres cada uno, siguen en la lista de 2018, que también incluye a Sudáfrica (dos casos), Bahamas, Costa Rica, islas Galápagos (Ecuador), Tailandia, Nueva Caledonia y Nueva Zelanda, con un ataque cada uno.