El Pentágono, servicio de inteligencia y defensa de Estados Unidos, reveló el pasado 15 de julio que EE.UU. entrenó a parte de los mercenarios que asesinaron al presidente de Haití, Jovenel Moise, el 7 de julio. El portavoz de la institución le aseguró a la agencia Efe que se trató de una formación dada en el pasado.
De acuerdo con la agencia de noticias, no se especificó cuántos mercenarios recibieron el entrenamiento ni en qué consistió el mismo, pero el Pentágono lo constató con su base de datos de operaciones de formación.
“Una revisión de nuestras bases de datos de entrenamiento indica que un número pequeño de los individuos colombianos detenidos como parte de esta investigación participaron en adiestramiento militar y programas de educación de EE.UU. en el pasado”, señaló portavoz.
El teniente coronel Ken Hoffman aclaró que el entrenamiento se dio cuando los individuos eran “miembros activos de las Fuerzas Armadas de Colombia”. Por el momento no hay más información al respecto, pero las fuentes de Efe subrayaron que normalmente el adiestramiento militar de Estados Unidos es rutinario y beneficioso para naciones aliadas en Sudamérica, Centroamérica y el Caribe.
“Este entrenamiento enfatiza y promueve el respeto por los derechos humanos, el cumplimiento con las normas legales y el carácter subordinado de los militares respecto a los líderes civiles democráticamente elegidos”, recalcó el portavoz.
En semanas pasadas se detuvo a 21 de 28 individuos que irrumpieron en el domicilio de Moise y lo asesinaron. Las autoridades establecieron que, del total, 26 mercenarios serían de nacionalidad colombiana y dos serían estadounidenses con raíces haitianas. Asimismo, 13 de los 18 colombianos pertenecieron a las fuerzas armadas y son militares retirados.
El senador estadounidense Patrick Leahy defendió los programas de entrenamiento del Pentágono, alegando que, si bien ellos proveen el conocimiento, es la milicia colombiana la que decide finalmente qué hacer con él.
“El Ejército colombiano, al que hemos apoyado durante 20 años, tiene una larga historia de convertir a civiles en objetivos, violar las leyes de la guerra y no rendir cuentas. Ha habido un problema cultural dentro de esa institución”, dijo a Efe.
La autopsia de Moise reveló que entre su tronco y bajo el viente, se contabilizaron 12 heridas de bala. Además tenía una fractura en el fémur izquierdo y el cráneo; así como un ojo arrancado.
Un día después del asesinato, el juez de paz reveló al medio antes mencionado que al presidente "lo encontramos acostado boca arriba, pantalón azul, camisa blanca manchada de sangre, boca abierta, ojo izquierdo perforado. Vimos un agujero de bala en la frente, uno en cada pezón, tres en la cadera, uno en el abdomen".
Desde el magnicidio ya se ha detenido al presunto autor intelectual del crímen y se investiga a varios miembros de la oposición y a su guardaespaldas.