La organización 1-800 Migrante informó del deceso de un adolescente de 15 años, oriundo de Cuenca, mientras intentaba llegar ilegalmente a Estados Unidos. El menor, que se llamaba Christian, es hasta ahora una de las víctimas más jóvenes de la migración ilegal de Ecuador hacia el país norteamericano, en este 2021.
De acuerdo con la información de la organización, el pasado 21 de junio su madre llamó a 1-800 Migrante para solicitar información que le ayude a dar con el paradero de su hijo y su padre, quienes viajaban juntos. El pasado 18 de junio, tres días antes de la llamada, fue el último día que se comunicaron.
Se sabe que para ingresar a Estados Unidos, padre e hijo usaron la ruta mexicana: viajaron de Cuenca a Latacunga, de ahí a México D.F., luego a Chihuahua y ahí cruzarían el desierto hasta llegar a Texas, en Estados Unidos.
El mismo día 21, una llamada anónima dio a conocer a la organización que encontró a Christian y a su padre desmayados e inconscientes en el camino hacia su rancho. Los dos fueron trasladados al Hospital Regional de Texas, pero el joven ya no tenía signos vitales.
“A mi hijito lo dejé cuando tenía 3 añitos, no lo había visto en 12 años, pero nunca me imaginé que pasara esta tragedia, murió en los brazos de su padre, estoy destrozada por todo lo que está pasando” manifestó la madre, en un estado de profundo pesar.
Ha pedido asimismo que se respete la privacidad de la familia y que se evite hacer de ello un “escándalo público”. La mujer hizo un llamado a todos los padres que están en Estados Unidos y piensan dejar que sus hijos se embarquen solos en aquella travesía, para que no lo hagan.
“Es muy peligroso, y podrían perder a sus tesoros como me ha tocado a mí, el día de hoy, perder a mi adorado hijo. Gracias por sus oraciones para mi pequeño”, comunicó.
El proceso de repatriación del cuerpo de Christian tomará varias semanas, según el consulado ecuatoriano. Familiares indicaron que el cuerpo ha sido velado en la ciudad de Nueva York y posteriormente será enviado a Cuenca.
Asimismo, esta semana se reportó la desaparición de dos jóvenes azuayos que se perdieron en el desierto, también intentando llegar a EE.UU. Sus familias, desesperadas, piden ayuda para localizarlos, pues su última comunicación con ellos fue en noviembre de 2020.
William Murillo, representante de 1-800 Migrante, dijo que “esto es una crisis humanitaria que el gobierno ecuatoriano ya no puede ignorar”.
“En las últimas semanas, hemos recibido docenas de llamadas y mensajes de solicitud de ayuda desde varias ciudades del Ecuador, son sus familiares desesperados por conocer algo sobre sus seres queridos que están desaparecidos en las fronteras. Son necesarias acciones concretas para evitar tanta tragedia”, aseguró Murillo.