Internacional

Los últimos momentos de dos periodistas asesinados por Yihadistas en Burkina Faso

Este miércoles 26 de mayo se cumple un mes del asesinato

miércoles, 26 mayo 2021 - 16:46
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El asesinato de los periodistas españoles Roberto Fraile y David Beriain, y el conservacionista irlandés Rory Young, a manos de un grupo armado de Burkina Faso, cumple un mes este miércoles 26 de mayo. La comunidad española y los comunicadores alrededor del mundo se han indignado por la violencia de los actos perpetrados contra los tres hombres.

Los detalles de los asesinatos hasta ahora estuvieron inmersos en una bruma de incertidumbre, pero pudieron ser reconstruidos con los testimonios del equipo sobreviviente, recogidos en varios medios españoles.

LAS MUERTES

Los dos reporteros estaban realizando un documental sobre la lucha contra la caza furtiva en Burkina Faso y partieron desde Natiaboani hacia Pana, cerca del parque nacional de Arli, en el sureste del país. Esta es una amplia zona limítrofe con Benin, la cual está olvidada por el Estado, lo que ha propiciado que criminales y terroristas establezcan sus campamentos con total impunidad.

Los periodistas se habían movilizado con el acompañamiento de la organización Chengeta Wildlife, fundada por el irlandés fallecido. En julio de 2020 esta ONG había firmado un acuerdo con el cuerpo de guardabosques y el Ejército de Tierra burkinés para formar una brigada mixta destinada a proteger los parques naturales de furtivos y saqueadores, en el marco del programa Famek, financiado por la UE.

Así, la patrulla en la que los periodistas iba fuertemente armada, con 30 efectivos. No obstante, un soldado burkinés indicó que, sobre las nueve de la mañana, se toparon con un campamento en el que ondeaba una bandera negra con una inscripción en árabe, el símbolo de Al Qaeda. En ese momento se inició un combate que se prolongaría durante más de tres horas.

Otros testigos relataron que inicialmente la patrulla consiguió esquivar el ataque de los yihadistas, pero que estos arremetieron por tres flancos distintos con armas como ametralladoras, PKMS de origen soviético. Los burkineses tuvieron que retirarse cuando empezó a escasear la munición.

Fraile fue el primero en caer malherido. Los militares burkineses advirtieron al otro periodista y al conservacionista que había que retirarse, pero Beriain y Young se negaron a abandonar a su compañero y se bajaron de la patrulla, para ir con él. En otra versión, ofrecida por el burkinés a una agencia francesa, dijo que a los tres occidentales se les perdió la pista tras internarse en el bosque.

Pronto el ejército de Burkina Faso emprendió una intensa búsqueda con helicópteros y al siguiente día encontró los cuerpos de los dos españoles y el irlandés. Los tres presentaban señales de haber sido ejecutados.

CONTROVERSIAS

La investigación ha aplacado las dudas internacionales, dando por hecho que el ataque fue obra del Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM), una unión de grupos yihadistas liderada por el terrorista Iyad Ag Ghali y vinculada a Al Qaeda. Esta organización opera en Malí y en Burkina Faso y reivindicó su accionar a través de un audio. Además, aseguró que capturó dos camionetas con metralletas, las motos y el dron que llevaba la patrulla atacada.

De acuerdo al diario El País, el JNIM recurre habitualmente al secuestro como forma de recabar fondos. Por ejemplo, el pasado 8 de abril raptó a un periodista francés llamado Olivier Dubois en Gao, Malí. La duda que ahora salta es por qué ahora no pidieron rescate por los tres periodistas, sino que optaron por asesinarlos.

El País reseñó que lo más probable es que temieran ser perseguidos por el Ejército y pensaran que llevar consigo a los rehenes limitaría su movilidad, especialmente si al menos uno de ellos estaba gravemente herido.

Si bien el ejército burkinés lanzó una ofensiva contra los grupos yihadistas a inicios del mes, hasta ahora se ha capturado a ninguno de los implicados en los asesinatos.

Tras un golpe de estado en 2015, Burkina Faso ha caído en un espiral de crimen y violencia. El pasado 3 de mayo más de 30 personas murieron en un ataque contra una aldea cercana a donde murieron los reporteros.

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