"Realmente no es asequible, sostenible o incluso necesario vacunar a todas las personas del planeta cada 4 o 6 meses", explicó Andrew Pollard, científico que ayudó a desarrollar la vacuna de Oxford-AstraZeneca contra el Covid-19 en una entrevista con BBC Radio 4 el pasado martes, refiriéndose a la opción de vacunar regularmente con dosis de refuerzo a la población del mundo.
Como prueba de que la vacunación regular sería inalcanzable, destacó la situación de África, en la que ni siquiera están cerca de vacunar a todas las personas con solo una dosis. "Seguramente no vamos a llegar a un punto donde se pueda manejar una cuarta dosis para todo el mundo", afirma Pollard.
Lo que plantea el profesor es identificar a las personas vulnerables y dirigir la atención a ellas, en lugar de estar promoviendo dosis de refuerzo para toda la población sin distinción alguna.
La cuarta dosis de refuerzo ya es una realidad en países como Israel, y también está siendo contemplada en países como Estados Unidos. No obstante, la gran mayoría de naciones, sobre todo de tercer mundo, no han logrado alcanzar siquiera las dos dosis en la mayoría de su población total, a poco más de un año que se comenzaron a llevar a cabo jornadas de vacunación en contra del Covid-19 alrededor del mundo.
Los científicos han reconocido que mientras más gente no tenga ninguna dosis de cualquier vacuna, mayor posibilidad habrá de que se generen nuevas variantes que extiendan la crisis.
"Están resistiendo contra versiones severas de la enfermedad y contra desenlaces severos también", afirma Pollard con respecto a las vacunas, quién enfatiza también la importancia de priorizar la vacunación de las personas que no tienen ninguna dosis en el mundo sobre las que son elegibles a dosis de refuerzo.