El 6 de marzo de 2021 fue el último día que Gabriel Sacta, quien se encontraba en Estados Unidos, se comunicó con su novia, Lia Elizabeth Pulla, una ecuatoriana que buscaba migrar al país norteamericano. Ella forma parte del grupo de cinco migrantes desaparecidos en Freeport, Bahamas, de acuerdo a la organización 1800 Migrantes.
Telenoticias recogió que el último mensaje de Pulla fue "Llegó alguien, te tengo que dejar. Te llamo más tarde". Sin embargo, pasaron las horas y no respondía. A las 18:43 Sacta le escribió “Amor, ¿estás bien?". El mensaje quedó como leído a las 19:22 pero nadie respondió.
Pulla también había prometido confirmarle a su tía, Mayra Campoverde, la hora de salida desde Freeport a las Bahamas, por donde entrarían sin papeles a Florida, Estados Unidos. No obstante, eso tampoco sucedió. Contantemente Lía enviaba a su novio y a su tía las ubicaciones precisas de las casas de seguridad adonde los coyotes la llevaban, pero en esta ocasión fue diferente.
EMPEZAR DESDE CERO
El objetivo de Pulla, como de las otras cuatro personas, Cristian Paul Calle, Juan Carlos Calle, Carolina Calle y María Eliza Vera, era viajar desde Ecuador hacia Nueva York, donde sus familiares los esperarían.
“Quería comenzar desde cero, alejarse de la inseguridad y la falta de oportunidades que hay en Ecuador”, aseguró Sacta.
Lo último que se supo es que aquel sábado 6 de marzo llegaron a las 8:00 a Freeport desde la isla de Bimi. Se alojaron en una casa junto a 14 migrantes haitianos.
EL VIAJE
Guayaquil – Panamá: El 7 de enero de 2020 los migrantes salieron de Guayaquil a Panamá acompañados de un representante de la agencia de viajes Travel Sur al que llamaban, Jimmy, quien les vendió el servicio de coyote disfrazado de paquete turístico. El hombre les cobró 16,000 dólares por persona, un costo superior al viaje por turismo.
Antes de salir a Panamá tuvieron que pagar 10,000 dólares cada uno y el resto lo irían desembolsando conforme avanzaban hacia su destino, de acuerdo a Manuel Calle, hermano de dos de los desaparecidos.
Panamá – Bahamas: En Panamá Jimmy introdujo a los migrantes a un contacto llamado Paul Ibikunle, ciudadano nigeriano. Él estaba encargado de conseguir los cinco asientos en la lancha que los llevaría de las Bahamas a Florida. Ahí pagaron 3,000 dólares a cada uno.
En Panamá estuvieron unos días mientras esperaban los resultados de las pruebas covid y tramitaban la visa de salud que exigía el gobierno de las Bahamas. El 17 de enero llegaron a Nassau y se hospedaron en el hotel El Greco.
Bahamas – Florida: En Bahamas conocieron a un coyote llamado Tristan, quien los llevaría a Florida. Le pagaron 1,500 dólares cada uno para asegurar su viaje a la Isla Bimini, desde donde partirían a Florida. El 25 de enero zaparparon hacia Bimini en una lancha desde Nassau y cuando llegaron estuvieron alojados durante seis semanas en casas de seguridad.
La tía de Elizabeth indicó que en ese punto el coyotero encontraba cualquier excusa para aplazar la última parte del trayecto. De acuerdo con Telemundo, Tristan confesaría que el viaje no se había hecho porque no le era rentable con solo cinco personas.
En Bimini pagaron los últimos 1,500 dólares del viaje con un depósito en la cuenta de un hombre llamado Nelson Mitchell, con residencia en Lauderhill, Florida.
DESAPARICIÓN
El 5 de marzo Tristan les dijo que los trasladaría a Freeport para viajar a Florida junto a un grupo de haitianos. A las 8:00 del 6 de marzo llegaron a la casa de seguridad con la idea de esa misma noche cruzar el mar hasta Boynton Beach, Florida. Deberían llegar a las 11 de la noche, pero nunca se supo pues los ecuatorianos no dieron más señales.
Sacta indicó que le escribió a Tristan preguntándole por el grupo y el coyote aseguró que los dejó a cargo del capitán de la lancha, quien tampoco respondía.
Más tarde Tristan indicaría que fue a rastrear la avioneta y no encontró restos de ningún naufragio. Dos días después el hombre dejó de responder las llamadas de los familiares de los ecuatorianos.
La tía de Lía denunció la desaparición a la Guardia Costera, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas y a la Policía de las Bahamas, pero nadie le pudo dar razón del paradero.
Actualmente se manejan tres teorías: naufragaron, fueron secuestrados, o están en prisión en Bahamas.
El número de migrantes ecuatorianos detenidos cuando intentaban llegar a Estados Unidos pasó de 1,513 en 2017 a 13,198 en 2019, un incremento del 772%. Con la crisis económica en Ecuador debido a la pandemia del covid-19, la realidad se recrudeció.
La Guardia Costera ha registrado un aumento del 50% de los migrantes indocumentados intentando llegar al país irregularmente por rutas marítimas. En 2017 interceptaron embarcaciones con un total de 4,760 migrantes, y en 2020 fueron 7,583.
DEUDAS FAMILIARES
Ahora la familia está endeudada para pagar a los coyotes y aseguran que han sido estafados. Paul Ibikunle les habría pedido otros 1,500 dólares para sobornar a las autoridades, ya que aparentemente los migrantes estaban en prisión y había que liberarlos.
"Juntamos el dinero que nos pidieron, se lo enviamos, pasó como una semana, nosotros exigíamos noticias, pruebas de vida como un audio, una foto, una llamada, pero nunca nos dieron nada", asegura Manuel Calle, hermano de dos de los desaparecidos.
Para pagar el viaje los ecuatorianos tuvieron que pedir préstamos bancarios, hipotecar propiedades y prestar a familiares y amigos. De acuerdo con Telemundo, desde su desaparición, son sus familias en Ecuador quienes están siendo presionadas para responder por esos pagos.
“Los migrantes viven en una paradoja: no tienen capital para ponerse un negocio, pero buscan el dinero para este viaje irregular. Hipotecan sus casas, venden sus bienes, piden préstamos... apuestan su vida", Dijo William Murillo, vocero de la organización 1800 Migrantes.
Este jueves 3 de junio, la Unidad de Investigación de Delitos Transnacionales de Ecuador, HSI Quito y HSI Bahamas, unidades de Investigaciones del Departamento de Seguridad Nacional, arrestaron a cinco personas vinculadas al tráfico de personas, entre ellas, Jimmy.
Su nombre real es Jime Wilberto Barco Macías, de 61 años.