"No hemos podido localizar por ahora al pequeño", reconoció el prefecto de Alpes Alta Provenza, Marc Chappuis, en un rueda de prensa sobre la marcha de las operaciones.
"En el momento actual, no dispongo, no disponemos, de ningún indicio, de ninguna información, de ningún elemento que pueda ayudarnos a comprender esta desaparición", explicó a la prensa hoy Rémy Avon, fiscal de Digne-les-Bains, una localidad próxima a la población donde desapareció el pequeño, llamado Émile.
Las autoridades desplegaron un centenar de policías y bomberos con perros rastreadores, así como unos doscientos voluntarios de la población local para intentar localizar al pequeño Émile, que desapareció el sábado del jardín de la casa de su abuelos.
Los responsables de la búsqueda no excluyen ninguna hipótesis, bien que el niño se marchara por su cuenta y se perdiera, o incluso un posible secuestro, pero por ahora no tienen indicios para pensar en un hecho delictivo.
"No tenemos ningún elemento que apunta a que haya habido una infracción penal en la desaparición", aseguró por su parte el fiscal de Digne-les-Bains, Rémy Avon.
Los últimos en ver al pequeño fueron dos personas que le vieron caminar solo por la calle, fuera de la casa de sus abuelos. Desde entonces su pista se ha desvanecido.
Las pesquisas han incluido la búsqueda en bosques y campos cercanos en torno a la pequeña población de Haut Vernet (al norte de Niza), en la que apenas viven 25 personas, y en todas las casas y edificios del lugar.
La búsqueda sobre el terreno continuará en cualquier caso mañana, con un dispositivo que será de nuevo reforzado, según Rémy, a pesar de que haber intensificado las operaciones y los recursos humanos en los últimos días no dio, por el momento, resultados.