Todos los días, Yurika Igarashi, una pequeña de 12 años que vive en Tokio, es acompañada en el trayecto de retorno desde su colegio a su casa por su propio guardián canino. Se trata de Sakura, un caniche que forma parte de la iniciativa “Wan Wan” (“guau guau” en español), una ‘patrulla canina’ resguarda a los niños que regresan de las escuelas y colegios a sus hogares.
La iniciativa fue idea de los propietarios de perros del barrio donde vive Yurika, quienes buscaban crear vínculos más estrechos entre los residentes de la comunidad, además de darles un sentimiento de seguridad, según la AFP.
"Está claro que es divertido pasearse con los perros, pero siento que me protegen", contó Yurika a la agencia de noticias.
La responsable de la patrulla, Keiko Shimizu, indicó que la participación de los perros en la iniciativa es totalmente por voluntad de los dueños y que los canes llevan un pañuelo color verde como distintivo. Además, los propietarios individuales colaboran cuando pueden, de manera que todos ponen de su parte para hacer del barrio un lugar más seguro.
Según la AFP, en total hay 150 perros en la patrulla canina del barrio, la mayoría pertenecen a alumnos o antiguos escolares. Existen otras en diferentes barrios de la gran urbe, pero “Wan Wan” es una de las más antiguas.
Para Michiko Takeuchi, residente del barrio, propietaria de Kojiro (un caniche cruzado de bichón maltés) y madre de una niña escolar, la actividad les ayuda a convertirse en buenos vecinos.
"Esta actividad nos ayuda a conocernos mejor y a convertirnos en buenos vecinos y siento que este lugar permanece más seguro de esta forma", señaló.
SEGURIDAD
Shimizu aseguró que como los perros realizan el mismo camino a la misma hora, se dan cuenta rápidamente de cualquier anomalía. Por ejemplo, la responsable recordó que un día "un miembro descubrió a una persona mayor que había muerto sola en su casa, al darse cuenta de que la luz siempre estaba encendida" en su casa.
Asimismo, el director del colegio local, Jun Ameine, cree que el hecho de que los vecinos velen por la seguridad de los niños es una gran ayuda.
"Los padres aprecian que mucha gente del barrio se preocupe (...) sobre todo en estos tiempos en los que se oye hablar mucho de actos criminales con los menores", comentó a AFP.
Si bien Japón tiene la reputación de ser uno de los países más seguros del mundo, a tal punto de que los niños van solos a las escuelas desde una edad muy temprana, el problema real radica en la falta de lazos sociales entre la comunidad. El país presenta un fuerte envejecimiento demográfico y el hecho de que los jóvenes apenas se vinculen con las personas mayores, ha traído dificultades colosales para la gestión productiva.
Se espera que con iniciativas como la de la patrulla canina, las personas se integren más a la comunidad.