Según la Fiscalía del Distrito Medio de Florida, con sede en Tampa, en la costa del Golfo de México, el valor de la cocaína que los Castro-Gómez traficaron supera los 100 millones de dólares.
Los hermanos Castro-Gómez, que se declararon culpables de los delitos imputados, fueron condenados por la jueza Susan C. Bucklew.
Según documentos judiciales e información ofrecida en una audiencia pública, entre agosto de 2017 y marzo de 2018, Robin y Álvaro Castro-Gómez, de 36 y 41 años, respectivamente, fueron responsables de enviar cocaína a bordo de tres embarcaciones que partieron de Tumaco, en la costa colombiana del Pacífico, con destino a América Central, desde donde luego se iban a llevar a Estados Unidos.
La Guardia Costera de EE.UU. interceptó la primera embarcación en agosto de 2017 aproximadamente a 420 millas náuticas al noroeste de las Islas Galápagos (Ecuador) y halló 998 kilogramos (2.200 libras) de cocaína escondidos en su interior.
Álvaro Castro-Gómez, que tiene una condena federal previa por tráfico de narcóticos en alta mar, participó, pero el líder fue Robin Castro-Gómez en las tres operaciones.
El segundo envío, en noviembre de 2017, también fue capturado por los guardacostas estadounidenses antes de llegar a destino.
En esta ocasión la embarcación fue interceptada a aproximadamente 326 millas náuticas al noroeste de la Isla de Coco (Costa Rica) y el cargamento de droga pesó 1.453 kilogramos (3.203 libras).
En marzo de 2018, la Guardia Costera de EE.UU. interceptó la tercera embarcación aproximadamente a 360 millas náuticas al sur de Guatemala y halló a bordo 1.120 kilogramos (2.469 libras) de cocaína.
Este caso fue investigado por la Guardia Costera de los Estados Unidos y la Fuerza de Ataque de Panamá Express.