Fauja Singh es el nombre de quien hoy es considerado el maratonista más viejo de la historia. Completó su última carrera con 102 años, sellando una trayectoria digna de admiración, en la que el deporte se posicionó como su mecanismo para superar tragedias y disfrutar los días.
Nacido en India, en el año 1911, Fauja creció como un niño al que los doctores pronosticaron una vida llena de complicaciones en torno a la movilidad. Frases como "se te dificultará mucho caminar", fueron frecuentes mientras se desarrollaba.
No obstante, a lo largo de su juventud, desafió las predicciones médicas al dedicarse por completo al deporte. Una larga trayectoria de running lo ayudó a superar por completo las complicaciones físicas que padecía y encendía en él una pasión inigualable.
En la década de los 40, ya con aproximadamente 30 años, lo dejó de lado, y continuó con su vida como padre de familia, alejado de las grandes planicies que acostumbraba atravesar a toda velocidad.
En 1994, tras la muerte de su esposa e hija, ambas en un lapso de menos de dos años, buscó un cobijo en su vieja afición y con 83 años volvió a colocarse sus zapatos para correr.
Fauja no solo corría de manera libre, sino que entrenaba para volverse un mejor deportista, sin importar su edad. Sumirse en lo que antes le dio significado a su vida era el mecanismo que utilizaba para tratar de volver a disfrutar de ella, después de perder a personas que lo significaban todo para él.
Tras 6 años de su regreso al running, Fauja, quien ya tenía 89 años, viajó a Gran Bretaña para encontrar un entrenador y seguir puliéndose en aquella disciplina.
Ese mismo año, los 2000, inició el nuevo milenio completando su primer maratón en Londres, y asimismo, obtenía uno del montón de récords que comenzó a batir en el área, todos en alusión a la hazaña que se consideraba completar maratones de más de 40 kilometros a una edad tan avanzada.
A pesar de que cada vez envejecía aún más, Fauja mejoró su primera marca a 5 horas y 40 minutos en el mismo maratón donde hizo su regreso triunfal, y poco a poco, más personas comenzaban a reconocerlo y elogiarlo por la inspiración que generaba. En todos los maratones a los que acudía el era la persona más anciana, y por una gran diferencia en comparación con el resto de competidores.
Los récords que conseguía eran completamente nuevos porque no había ningún otro humano conocido que haya logrado semejantes hazañas en el pasado, ni en Inglaterra ni en el mundo.
Con 100 años, se sumó a la competencia de pista de la Asociación de Masters de Ontario y y se adueñó de ocho récords de atletas centenarios en un solo día, en las disciplinas de 100, 200, 400, 800, 1500, 1600, 3000 y 5000 metros. Consciente de la gran hazaña, la Reina Isabel de Inglaterra le envió una carta felicitándolo.
Un año después de sus logros en Canadá, cargó la antorcha en la apertura de los Juegos Olímpicos de Londres 2012. En este punto, ya hasta poseía auspicios con Adidas. Casi todos los habitantes de Inglaterra e India conocían su historia y la respetaban.
En 2013 se retiró del mundo del atletismo. No obstante, su legado se vio reflejado en múltiples libros y hasta en una película.
En la actualidad, con 111 años, Fauja rememora sus vibrantes experiencias y trata de extender al mundo los beneficios que cuidar su mente, cuerpo y alma le han proporcionado, los cuales se han traducido en una vida larga y saludable.