La popular red social TikTok, que ya era muy criticada por demócratas y republicanos, comenzó el año bajo fuerte presión en Estados Unidos tras aprobarse una ley que prohíbe su uso en los dispositivos de funcionarios públicos.
El texto, ratificado la semana pasada por el presidente Joe Biden, también veta su utilización en la Cámara de Representantes y el Senado.
El control del Congreso por los republicanos, que tienen mayoría en la Cámara Baja, amenaza con complicar aún más la situación de la plataforma. para compartir videos.
Los congresistas conservadores acusan a TikTok, propiedad del gigante chino ByteDance, de ser una herramienta de espionaje o propaganda al servicio de Pekín.
TikTok es el "fentanilo digital", dijo el congresista republicano Mike Gallagher, una de las principales voces anti-China en el Congreso, al compararla con la droga que ha causado miles de muertes por sobredosis en Estados Unidos.
"Es altamente adictiva y destructiva y estamos viendo datos preocupantes sobre el impacto devastador del uso constante de las redes sociales, especialmente en los hombres y mujeres jóvenes estadounidenses", dijo a NBC News.
"Tenemos que preguntarnos si queremos que el Partido Comunista Chino (PCCh) controle lo que está a punto de convertirse en el grupo mediático más poderoso de Estados Unidos", agregó.
Un portavoz de TikTok, citado en medios estadounidenses, negó formalmente estas acusaciones y aseguró que el PCCh "no tiene ningún control, ni directo ni indirecto, sobre ByteDance o TikTok".
La nueva ley federal fue aprobada después de decenas de prohibiciones similares a nivel estatal o local.
Para recuperar la posibilidad de ser usada en todos los teléfonos inteligentes estadounidenses, es posible que TikTok USA deba separarse de ByteDance.
Eso era lo que quería el expresidente Donald Trump, quien ordenó durante su mandato que las actividades de TikTok en Estados Unidos fueran vendidas a los grupos estadounidenses Oracle y Walmart.
Su sucesor, Joe Biden, adoptó una postura menos drástica después de asumir el cargo.
Pero las relaciones con TikTok se complicaron significativamente el mes pasado cuando ByteDance tuvo que admitir que empleados accedieron indebidamente a los datos de los usuarios para rastrear a periodistas e identificar el origen de filtraciones a los medios.
Una lluvia de críticas cayó sobre TikTok tanto en Estados Unidos como en el exterior.
Intento de acuerdo
TikTok ha estado tratando durante meses de encontrar una asociación a largo plazo con el gobierno de Estados Unidos a través del Comité de Inversión Extranjera de Estados Unidos (CFIUS).
Fuentes cercanas al tema revelaron que TikTok y la administración de Biden estaban cerca de llegar a un acuerdo que habría establecido medidas de seguridad estrictas para los datos de los usuarios de Estados Unidos.
"La solución a la que apunta CFIUS es un conjunto integral de medidas con varios niveles de control gubernamental e independiente (...) Esto va mucho más allá de lo que hace cualquier empresa similar hoy", dijo a AFP Brooke Oberwetter, portavoz de TikTok.
Pero las negociaciones están estancadas, especialmente porque el director del FBI, Christopher Wray, ha dicho que sigue considerando a TikTok una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos.
Wray advirtió el mes pasado que Pekín tiene la capacidad de controlar el algoritmo de la aplicación, lo que hace que los usuarios estadounidenses sean vulnerables a un gobierno "que no comparte nuestros valores y que tiene una misión que está en contradicción total con los mejores intereses de Estados Unidos".
TikTok niega categóricamente que el gobierno chino ejerza tal influencia.