El caso de Victoria Danson: "Pensé que estaba estresada, pero los doctores me dijeron que solo me quedaban 24 horas de vida"
Un día, incapacitada totalmente por las molestias y convencida de que estas se debían a algo más que la carga mental, decidió dejar su turno de trabajo en una peluquería y acudir rápidamente a un centro médico.
Allí, cuenta al portal Need To Know, le diagnosticaron síndrome de colon irritable. La mujer, quien es madre de familia en una pequeña casa de Chorley, ciudad de Inglaterra, lamentó poseer la condición y de inmediato busco maneras de aliviar la aflicción, ya con una idea clara de qué es lo que sufría.
Victoria sabía que algunas personas que sufren este trastorno pueden controlar sus síntomas, entre ellos dolor abdominal y distensión, al controlar la dieta, el estilo de vida y el estrés. No obstante, ella tenía que recurrir a medicamentos y diferentes terapias.
Un año después de su diagnóstico inicial de colon irritable, en el 2014, la madre recibió otra mala noticia. También sufría la enfermedad de Crohn, un mal crónico que inflama el área intestinal y afecta el recubrimiento del tracto digestivo, de causa desconocida.
Siguió con su vida. No obstante, una serie de eventos que le causaron mucho estrés la impulsaron a visitar la sala de emergencias de vuelta. Victoria consideraba que su estado mental había acrecentado la intensidad de los síntomas de sus enfermedades.
"Pensé que estaba estresada, pero luego los doctores me dijeron que tenía 24 horas de vida", contó al medio británico el 11 de julio de este año. Un absceso, ósea, una cavidad en la que se acumula pus, fue detectado en sus intestinos. Debía someterse a una cirugía de inmediato para recuperarse, narró.
"Se estaba expandiendo por mi cuerpo. La infección del absceso se extendía de forma veloz", enfatizó, acotando que los doctores le revelaron que, por la proximidad a esta a sus ovarios, podía quedar infértil.
Varias horas después, Victoria yacía inconsciente en la sala de cirugías. 18 centímetros de sus intestinos fueron extraídos. Una bolsa de ileostomía fue colocada en su abdomen para que sea capaz de expulsar sus desechos. La mujer sobrevivió a la operación e inició un largo proceso de recuperación.
Casi ocho años después, reveló que antes de la cirugía trabajaba 60 horas a la semana y salía varias noches con sus amigas. Sin embargo, tras el procedimiento, su vida diaria cambió en demasía.
"Inicialmente no consideré que podría seguir viviendo. No sabía como continuaría con mi estilo de vida tan activo (...) No obstante, la cirugía ha aumentado mi calidad de vida por mucho", dijo Victoria, quien, aparte de la hija que ya tenía, tuvo un nuevo hijo tras el procedimiento médico.
A pesar de ello, es feliz con su situación actual y los pequeños pasos que da cada día para recobrar un poco de la capacidad física que perdió por el mal. “Tuve que trabajar mucho en mi interior para aceptar mi condición”, acotó.
Ahora, cuida mucho su alimentación bebiendo principalmente té y suplementos herbales. Asimismo, va a un gimnasio en el que se siente bien entrenando y lidera un grupo de apoyo llamado ‘Crohn’s and Colitis Support Lancashire’, dirigido a personas como ella, que sufren cada día por dicha enfermedad, para que puedan compartir experiencias y ayudarse entre sí.
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