Un hombre de 67 años confesó un doble asesinato en Reino Unido, a partir de ahí se descubrió la historia aún más aterradora que David Fuller escondía desde 2008. El hombre se aprovechó de su trabajo en dos morgues para abusar sexualmente de casi 100 cuerpos sin vida.
La policía británica, en el condado de Kent, investigaba el asesinato de Caroline Pierce (20 años) y Wendy Knell (25 años), que había ocurrido en 1987. Este doble crimen fue famoso en Inglaterra, conocido como ‘Bedsit Murders’ (asesinatos de dormitorio) y durante años las autoridades no pudieron encontrar pistas.
No fue hasta el pasado octubre que la policía capturó a Fuller, este confesó haber matado a las jóvenes y luego haber cometido necrofilia con sus cuerpos.
Fue así que en el curso de la búsqueda de pistas para evidenciar la culpa de Fuller, los investigadores encontraron una batería de material que muestra escenas de necrofilia que dejaron atónitos a los detectives.
El asesino había trabajado desde 2008 hasta 2010 en dos morgues del hospital Tunbridge Wells, fue ahí donde se aprovechó de aproximadamente 99 cadáveres de niñas y mujeres, de entre nueve y 100 años.
Además, según las autoridades, en la casa de Fuller se halló un diario en el que describió cada atrocidad que ejerció sobre los cuerpos.
“Me dijeron que mi hija había sido violada en tres ocasiones en el depósito de cadáveres. ¿Qué piensa uno? ¿Cómo comprender tal cosa?”, expresó la madre Azra Kemal, una joven cuyo cuerpo víctima de los actos de Fuller.
“Eso es bastante terrible, bastante terrible, sin embargo, no es la vergüenza de Azra. No es mi vergüenza. Al igual que las mujeres que son violadas en todo el mundo, ellas tienen una voz, Azra tiene una voz, yo estoy hablando por mi hija”, agregó la mujer.
Las autoridades anunciaron que David Fuller fue condenado a dos años de prisión por el delito de necrofilia constante cometido durante 12 años, también a cadena perpetua por el doble asesinato cometido en 1987.