Cuando los conflictos bélicos en la nación aumentan de forma vertiginosa, tal como ha sucedido tras la incursión armada del grupo militar Hamas en el sur de Israel suscitada el 7 de octubre, que provocó la muerte de cerca de un millar y medio de civiles, el centro médico cambia por dentro para dar abasto con la cantidad de heridos.
Más de dos mil camas de hospital han sido ubicadas en las instalaciones, principalmente a lo largo del parqueo subterráneo, para atender a los ciudadanos que llegan por centenares. En total, la afamada estructura puede albergar dentro de sí a aproximadamente ocho mil personas.
Por primera vez desde su apertura en el 2014, el área médica fortificada en el subterránea fue reconvertida totalmente, como medida de prevención ante un potencial estallido de hostilidades con grupos terroristas en el norte del país. En las localidades sureñas ya se registran enfrentamientos activos.
Se calcula que más de tres mil israelíes resultaron heridos tras los ataques masivos efectuados por Hamas el 7 de octubre en la franja de Gaza y más zonas atestadas de civiles del sur de la nación, que decidió declarar el estado de guerra horas después.
La conversión subterránea del centro médico en pos de aumentar su capacidad hospitalaria duró tan solo 36 horas. la operatividad de estas instalaciones bajo la superficie posibilita el traslado de heridos desde la superficie hasta el interior, en donde no solo recibirían un tratamiento sino también resguardo de los ataques que se registrarían en el exterior.
La decisión de instalar una base fortificada y una serie perpetua de simulacros surgió tras un ataque con decenas de cohetes que que afectó al centro médico en 2006, durante la Segunda Guerra del Líbano. "La dirección del hospital decidió que esto no podía volver a suceder", afirmó el director general y director ejecutivo de Rambam, el profesor Michael Halberthal, según recoge The Times of Israel.