Las autoridades confirmaron este lunes que 46 personas fallecieron y otras 16 resultaron heridas en el interior del remolque de un camión aparcado en las afueras de San Antonio, en la frontera de Texas (EE.UU.) con México.
Aunque no especificaron las nacionalidades de los fallecidos ni el número de menores que viajaba en el vehículo, el alcalde de San Antonio, Ron Nirenberg, detalló que se trataba de migrantes que habían cruzado la frontera entre México y EE.UU. hacinados en el camión.
Tres personas vinculadas con el suceso fueron detenidas, según confirmó por su parte el jefe del Departamento de Policía de San Antonio, William McManus.
"Es una tragedia. Son 46 personas que tenían familias y buscaban una mejor vida", dijo Nirenberg en una rueda de prensa en la que también añadió que el crimen está siendo investigado por las autoridades federales.
El alcalde vinculó el suceso a las redes de traficó humano que operan en la frontera y añadió que espera que los "responsables de poner a estas personas en condiciones infrahumanas sean condenados".
Por el momento, el consulado de México en San Antonio informó que brindará apoyo a todos los "connacionales mexicanos en caso de haberlos".
También se refirió al suceso el canciller mexicano, Marcelo Ebrard.
"Tragedia en Texas. Asfixiados en la caja del tráiler según se informa. Cónsul en ruta al punto. Condolencias a las víctimas y sus familias. Aún no conocemos nacionalidades", avanzó.
Según la prensa local, es habitual que en la zona donde se localizó el remolque paren vehículos para bajar a inmigrantes tras cruzar la frontera de manera clandestina.
Las temperaturas en San Antonio alcanzaron los 40ºC este lunes y las autoridades no saben el tiempo que pasaron los fallecidos en el interior del camión, que fue abandonado por su conductor minutos antes de que la policía lo encontrara.