En Shintomi de pueblo en la prefectura de Miyazaki, hay un punto turístico hermoso que florece en primavera con una alfombra rosa llamada Shibazakura, o Phlox de musgo. Lo que hace que el lugar más inusual es el hecho de que se trata de una residencia privada, y la razón de que hasta 7.000 personas la visiten en un día cualquiera de finales de marzo a abril no es debido a estas flores, sino a la conmovedora historia de amor que dio vida a este jardín.
Aquí se desarrolla la historia del matrimonio Kuruki, donde vive este matrimonio como granjeros en el Japón rural, criando a 2 hijos. La mujer perdió súbitamente la vista debido a complicaciones de la diabetes. Como resultado, se encerró lejos del mundo y empezó a vivir recluída en su casa.
El señor Kuroki se esforzó en buscar una forma de animar a su esposa y pensó que si al menos podían tener un visitante o dos cada día, eso alentaría a su esposa a salir de su caparazón. Así decidió plantar un jardín de flores donde ella pudiera disfrutar del aroma, con la esperanza de experimentar la belleza de las flores, no sólo a través de la vista, sino a través del olfato también.
Dos años de duro trabajo y miles de flores después, la granja atrae a gente de todo el mundo que quiere ser tesigo de esta historia de amor de la vida real.
El hermoso gesto del señor Kuroki hace feliz cada día a su esposa.