En 2010, Gaby Villalba se encontraba en plena gira internacional con la banda chilena pop más exitosa entre los adolescentes: Kudai. Las presiones causaron ansiedad y estrés, que la llevaban a comer en grandes cantidades que su cuerpo no toleraba y la obligaba a vomitar. Ella no lo sabía, pero sufría de bulimia nerviosa.
El clic fue en un concierto en La Paz (Bolivia), donde la altura no le permitía cantar y necesitó tanque de oxígeno. Tras el concierto, se sentía tan débil que se desmayó y cuando abrió los ojos estaba rodeada de paramédicos. Por primera vez decidió pedir ayuda, tratarse y tuvo que parar la gira. Estuvo un año en tratamiento con psiquiatra, médico nutricionista y clínico, con monitoreo constante.
“Lo mío fue por estrés, nunca pensé que mi cuadro era el de un desorden alimenticio y mucho menos bulimia nerviosa. Yo leía en Internet que bulimia es cuando te induces al vómito y en mi caso era tanta la ingesta de comida que automáticamente mi estómago tenía que devolver”, explica.
En el chequeo descubrieron que su tráquea y su laringe estaban muy lastimadas por los ácidos, y que corría peligro de cáncer si continuaba con sus hábitos. Eso la imposibilitaría de cantar.
Al recuperarse estudió holística y se hizo entrenadora de la salud. “Mi cuerpo ya no es el mismo, ya no sube tanto de peso, no puedo sobre comer, tengo que hacer ejercicio, cuido mi corazón, ya no viajo sola, respeto los horarios de comida, cuando siento que no puedo más paro”, cuenta.
Este año lanzó su nuevo disco, cuyo primer corte es “París”.
Al arrancar la charla tú ves que hay personas que se sienten mucho más aludidas por el tema, lo puedes notar en sus ojos