En medio de todas las malas noticias por la pandemia del COVID-19, la comunidad científica acaba de anunciar el descubrimiento de un nuevo fármaco que lograría detener por completo el desarrollo del cáncer.
La publicación de esta nueva investigación se encuentra disponible en la revista indexada “Proceedings of the National Academy of Sciences”.
Aunque se encuentra aún en ensayos preclínicos, este medicamento combate el cáncer de forma más potente que los actuales, sin apenas efectos secundarios tóxicos y con una mayor capacidad para superar la resistencia.
El fármaco OxaliTEX ha tenido excelentes resultados en el cáncer de ovario y de colon, que habitualmente tienen un mal pronóstico, indica el investigador co-principal del estudio, profesor de la Universidad de Texas y miembro del MD Anderson Cancer Center de Estados Unidos, Jonathan Sessler.
Según el medio español ABC, el medicamento está compuesto por dos partes, una molécula en forma de estrella llamada texafirina, que actúa como una especie de camión de reparto, y una versión modificada de un medicamento de platino que se comporta como un paquete tóxico para las células cancerosas.
Los medicamentos más utilizados en los tratamientos del cáncer, como son el cisplano, el carboplatino y el oxaliplatino, tienen efectos secundarios tóxicos y pueden producir daño renal. Adicional a esto, pueden perder efectividad conforme las células cancerígenas desarrollan resistencia.
Sin embargo, la molécula que de texafirina que contiene el OxaliTEX está diseñada para ser absorbida más fácilmente por las células cancerosas que las células humanas sanas, lo que reduce los efectos secundarios del fármaco.
Para analizar su efectividad, los científicos hicieron pruebas con OxaliTEX y carboplatino en ratones que portaban tumores. Los roedores que recibieron carboplatino no tuvieron una reducción en el crecimiento tumoral. En cambio, los tratados con OxaliTEX consiguieron hasta un 100% de inhibición, es decir que los tumores dejaron de crecer. Dos o tres semanas después de que finalizó el tratamiento farmacológico, los tumores tienden a comenzar a crecer nuevamente.
Ahora vendrán los estudios toxicológicos más extensos, de tener buenos resultados el fármaco podría entrar a ensayo clínico en fase 1 en humanos dentro de dos años.