En abril de 2019, la Organización de Naciones Unidas ONU volvió a encender las alarmas de la moda, confirmando que la industria textil se mantiene como el segundo sector más contaminante del mundo, después de la industria petrolera.
Para revertir esta situación, varias empresas asentadas en el país intentan reducir el impacto ambiental que genera la industria. Waipes Ecuador es un ejemplo de aquello, a través de un proyecto que inició desde hace tres años con la intención de comercializar waipes para el sector automovilístico.
El material principal que se requiere para la elaboración de este producto son los residuos textiles que se desechan en la fase de corte durante la confección de una prenda, es por ello que esta empresa, ubicada al sur de Quito, empezó desde 2017 un proceso de recolección de residuos textiles en pequeños talleres de confección y luego de un tiempo varias plantas empezaron a contactarla para que puedan gestionar la recolección de sus residuos.
Waipes Ecuador cuenta con dos servicios complementarios. El primero consiste en la inspección integral de residuos textiles, la cual no tiene costo pero la empresa textil debe garantizar que al menos un 50 por ciento de los residuos sea aprovechable para la producción de waipes. Mientras que el segundo servicio es la compra de residuos textiles al peso.
Bryan Ortiz afirma que antes estos residuos terminaban en depósitos de basura y por ende generaba un grado de contaminación.
En la actualidad, esta empresa tiene una capacidad de recuperación de 100 toneladas anuales de residuos. De esta cantidad, se recuperan alrededor del 50 por ciento de material para la elaboración del waipe y la otra mitad restante para que pueda ser utilizada como relleno de manualidades.
Políticas internas
En la década del 90 la empresa Royaltex adquirió la franquicia de la marca de jean Lee, lo cual le ha llevado a la compañía a tener distintas auditorías que incluyen seguridad industrial y gestiones en beneficio del medio ambiente bajo estándares de los Estados Unidos. Ramón Martínez, subgerente de Royaltex, explica que al mantener procesos sostenibles en muchas ocasiones se reciben beneficios éticos y morales, mas no económicos, pues hay inversiones que muchas veces no retornan pero también hay otras donde se consigue un ahorro.
Un ejemplo de aquello es su planta, donde se da un tratamiento al agua usada en el proceso productivo para su reutilización.
La empresa también adquirió el año anterior una máquina robotizada que otorga un efecto de desgaste al jean, a través de un láser, con ello, indica Martínez, se elimina el uso de agua y de productos químicos que en muchas ocasiones son nocivos.
Otra compañía con compromiso ambiental es Delltex Industrial, dedicada a la producción de hilados acrílicos y mezclas, telas planas tipo casimir y a la elaboración de mantas. En 2018, obtuvo la certificación Punto Verde que la reconoce como empresa ecoeficiente por presentar cuatro proyectos de producción más limpia.
Sus casos están basados en la reducción del 38,17 por ciento del consumo de energía eléctrica, por la implementación de un plan de eficiencia energética; y en la reducción del 4,22 por ciento del consumo de diésel por optimización del proceso de termofijado de telas en el área de tintorería.
Su tercer proyecto consiste en la reducción del 61,32 por ciento del consumo de agua por recirculación en el área de tintorería (agua de enfriamiento) y por último la reducción del 36,36 por ciento en el consumo de materia prima por recuperación de pastas residuales para colores negros en el área de estampado.
Luis Fernando Ríos, gerente ejecutivo de Delltex Industrial, menciona que una de las inversiones para el presente año están orientadas a la adquisición de equipos de tintura más eficientes con menores consumos de agua y energía eléctrica para tener una industria más sostenible.