Lissa María C. C., quien está internada en una casa de salud en Quito, guardará prisión preventiva una vez que reciba el alta médica.
Fiscalía procesó a la mujer de 25 años, como presunta autora del delito de asesinato de tres personas: sus dos hijos de 5 y 9 años, y un hombre de 28 años. Este hecho sucedió en Pifo, parroquia rural de Quito.
“Ellos estaban bien, yo les cuidaba bien a mis hijos”, dijo la mujer durante la formulación de cargos.
El Fiscal expuso al Juez que –según las versiones recabadas– Lissa María (nueva inquilina en dicha casa rentera) pedía ayuda en voz baja y que cuando los vecinos ingresaron al domicilio, la encontraron recostada en el sillón, con restos de vómito sobre ella y vieron a los niños sobre una cama, sin vida. Llamaron al Ecu 9-1-1.
Fiscalía y Policía fueron alertadas la madrugada del 28 de octubre, para proceder con el respectivo levantamiento de los cadáveres.
Sin embargo, el inmueble despedía un olor nauseabundo y cuando lo registraron, los agentes encontraron un tercer cadáver, empotrado bajo el lavabo de la cocina, sellado con lona y enlucido con cemento. El cuerpo estaba en estado de putrefacción.
Las investigaciones determinaron que se trataba de Jaime Geovanny, de 28 años, que fue reportado como desaparecido por su familia el 25 de octubre de 2020.
La hermana del ciudadano dijo a la Policía que recibió llamadas y mensajes de Lissa María (a quien no conocía) para preguntar por su hermano e informarles que a su número le llegaban mensajes de Jaime pidiéndole que comunique a su familia que estaba secuestrado y pedían 8.000 dólares para liberarlo.
Las autoridades también encontraron más de seis marcas de insecticidas en el domicilio y una boleta de auxilio a nombre de Lissa María, en contra del padre de los niños.
La audiencia (intrahospitalaria) de calificación de flagrancia y formulación de cargos, en la que se abrió una instrucción fiscal de treinta días en su contra, se desarrolló el jueves 29 de octubre de 2020.
El fiscal de turno en flagrancia, Oswaldo Carvajal, presentó como elementos de convicción las versiones de agentes aprehensores, de los vecinos de la procesada, del padre de los niños, las actas de autopsia de los cuerpos y más elementos de convicción.