Luisa González: "Mi principal asesor va a ser Rafael Correa"
Luisa González es abogada por la Universidad Internacional del Ecuador. Tiene una maestría en Alta Gerencia por el Instituto de Altos Estudios Nacionales y otra en Economía Internacional y Desarrollo por la Universidad Complutense de Madrid.
Prefiere no dar muchos detalles de su vida personal. Según ha relatado, su exesposo no quería que ella estudiara, por eso se divorció a los 22, siete años después de casarse. “Ni modo, cada quien miró para lugares distintos”, contó en una entrevista radial. Casi al mismo tiempo se graduaba del colegio y tenía que cuidar de su hijo. Con la ayuda de sus padres ingresó a la Universidad Central, en Quito. Recuerda que ellos le daban el dinero para los pasajes. A veces tenía que llevar a su pequeño a clases. Luego se ganó una beca en la Universidad Internacional, donde se graduó de abogada para dedicar su vida al sector público.
Luisa Magdalena González Alcívar nació en Quito en 1977, mientras su madre estaba de vacaciones. Luego regresaron a su tierra: la parroquia rural Canuto, cantón Chone. “Yo soy una mujer montubia”, le gusta decir a la candidata presidencial. Dice que sabe manejar el machete y cuidar los animales del campo, por eso asegura que conoce la realidad de los agricultores. Una de sus propuestas es la condonación de deudas de hasta 10 mil dólares, idea que ya fue planteada por la Conaie para detener el paro de junio de 2022. González sabe que esto le puede representar al fisco unos 200 millones de dólares, pero afirma que es peor tener a los agricultores sin producir, que el Estado se quede con sus tierras y que la gente migre o caiga presa de las bandas criminales.
La escuela y el colegio los cursó en Chone. Recuerda que tenía que viajar en una ranchera: “en falda, con la mochila y la máquina de escribir”. Su familia sabía que habría mejores oportunidades si seguía la universidad en Quito y lo logró: apenas se graduó obtuvo su primer trabajo en el sector público como asistente de Abogacía en Petroecuador, en 2005, durante el gobierno de Alfredo Palacio, según consta en sus declaraciones a la Contraloría. Y luego fue escalando. En 2008 ya era directora de Recursos Humanos en la Superintendencia de Compañías, hasta que llegó a Carondelet en 2010 para dirigir la Agenda Estratégica Presidencial y después la Secretaría de la Administración Pública.
Su segundo hijo nació en 2013, en Madrid, España, mientras ella se desempeñaba como viceconsulesa. Ahora sus hijos tienen 29 y nueve años, y recalca tener otros dos hijos de cuatro patas: los perros Bruno y Wuanda. Se considera una amante del deporte. Dice que inauguró una vuelta ciclística en Chone y que su primera maratón la corrió en Nueva York, en 2010. Sin embargo, hay un dato que no suele decir: González fue candidata alterna a la Asamblea en 2007 por el Partido Social Cristiano, según consta en las bases de datos del CNE.
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CAMINO A CARONDELET
Uno de los primeros cuestionamientos que recibió González es su postura en contra de la despenalización del aborto por violación, que se supone es una bandera de la lucha del progresismo. De todos modos, ella ha dicho que en su potencial gobierno no habrá regresión de derechos y que luchará con el movimiento feminista en los puntos en los que coincidan, que son muchos más de los que discrepan. “Yo soy una mujer de izquierda, progresista, soy una mujer que defiende la vida en todas sus formas y lo voy a ser siempre, pero el progresismo busca la justicia social: acceso digno a la salud, educación de todos los ciudadanos”.
González dice que le buscan todas las costuras por ser mujer. Incluso denunció en un video subido a sus redes sociales que hay una campaña de desprestigio que habla de una supuesta relación amorosa entre ella y Rafael Correa. “Basta. No puede ser normal que, cuando una mujer decide intervenir en política, es atacada con todo tipo de mentiras e insultos despreciables. Nos castigan por ser mujeres”.
Dice que eso ya pasó con su tía Elba González, quien fue diputada en 1979 y alcaldesa de Tosagua. “Cecilia Calderón y ella fueron las dos primeras diputadas en el país. Cuando ella fue diputada le dijeron: tan en crisis están, tan en decadencia están que envían una mujer al Congreso”, enfatiza, argumentando que la historia se repite. También afirma ser familiar del fallecido candidato a alcalde Rider Sánchez, por el movimiento Avanza que respalda la candidatura de Otto Sonnenholzner, quien fue asesinado la segunda semana de julio.
Para ella, el problema de la inseguridad y ola de violencia que enfrenta el país se debe a la falta de inversión pública. “No se han combatido las causas: el hambre, pobreza, falta de empleo, falta de presupuesto para que nuestros jóvenes vayan a las aulas, falta de medicinas en los hospitales. Lo primero que vamos a hacer en nuestro gobierno es inversión pública de calidad, para empujar al sector privado, para empezar a generar trabajo”, suele repetir en sus entrevistas. ¿De dónde sacar los recursos? De las reservas internacionales, es la respuesta del correísmo. La receta no es nueva.
Cuando Rafael Correa llegó al poder, usó las reservas internacionales y agotó los fondos petroleros del Feirep. Ahora que el país ha logrado recuperar cerca de 10 mil millones de dólares en reservas internacionales, la Revolución Ciudadana quedaría inmensamente agradecida de usarlas. Ya en 2021, Andrés Arauz, quien terciaba para presidente y ahora va por la vicepresidencia, propuso sacar esa plata para dar un sueldo básico universal a los ciudadanos más pobres, pese a que varios analistas dijeron que eso pondría en riesgo la dolarización.
Por eso no es de extrañar que una de las primeras declaraciones de González fuese: “La presidenta de la República va a ser Luisa González y mi principal asesor va a ser Rafael Correa, por supuesto. O díganme, ustedes, pueblo ecuatoriano, quién puede manejar mejor la economía de un país sino es Rafael Correa, quien ya lo demostró”.
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"EL RESURGIR DE LA PATRIA"
El correísmo mantiene su base dura de electores que ha fluctuado entre 25 y 30 por ciento de la votación en las últimas elecciones. Eso se refleja en todas las encuestas que le dan a González un 25 por ciento o más de intención de voto. Lo que la catapultaría automáticamente a segunda vuelta, pues el resto de candidatos se disputan el segundo lugar con una votación de entre el 10 y 20 por ciento. Para ganar en una sola vuelta, González debería capturar el voto de casi todos los indecisos, pero según los analistas, eso es muy difícil. Aunque todo puede pasar en este país.
El eslogan de la Revolución Ciudadana ahora es “el resurgir de la patria”. La candidata manabita dice que ellos ya gobernaron y que saben cómo hacerlo, que el resto son unos improvisados. Que no descarta una Constituyente para sepultar la Constitución de 2008 que ellos crearon y dijeron que duraría 300 años. Sobre un posible indulto a Rafael Correa, González dice que no lo hará, porque la justicia se encargará de demostrar que es un perseguido político.
Asegura que Correa no se tomó la justicia durante lo que ellos llaman la década ganada, sino que articulaba a todas las instituciones: Ministerio Coordinador, Ministerio de Defensa, Ministerio del Interior, ECU 911, Consejo Nacional de la Judicatura, Corte Nacional de Justicia, Fiscalía General del Estado, en una sola mesa para resolver los problemas. Así que regresarán todos los ministerios coordinadores que eliminó Lenín Moreno. Así también regresarán los gabinetes itinerantes y, por supuesto, las sabatinas.
Sobre el Yasuní, dice que se debe seguir explotando. Que ese dinero servirá para construir hospitales, escuelas, carreteras. Que terminar con los contratos petroleros en esa zona significaría millonarias demandas para el Estado, pero no recuerda que Correa fue artífice de la salida de Oxy y Perenco, por ejemplo, que le costaron cientos de millones de dólares al Estado.
Sobre la situación del IESS, su plan de gobierno dice que devolverán el aporte del 40 por ciento al Fondo de Jubilaciones, cuando fue el gobierno de Correa que, en 2015, dejó de pagar esa contribución, asegurando que el IESS tenía superávit. Ahora la seguridad social está en crisis.
Luisa González es evangélica y en sus entrevistas suele citar: “Hay un versículo en la palabra del Señor que dice: Cuando alguien sabe hacer lo bueno y no lo hace, es pecado”. Así justifica ella su candidatura, pues afirma que habría sido irresponsable no lanzarse a la Presidencia puesto que dice saber cómo conducir el Estado, pues ella supervisaba a todos los ministros del correísmo, el avance de las obras, los presupuestos, los gabinetes, los planes... Vistazo solicitó una entrevista con el equipo de comunicación de González, pero hasta el cierre de esta edición no se concretó.
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