A su regreso de México y Nueva York, el canciller de Ecuador, Mauricio Montalvo, cree que su país se ha posicionado como un destino abierto y atractivo a la inversión, aunque mucho dependerá de la aplicación del plan de reformas propuesto por el presidente Guillermo Lasso.
Fue "muy coherente su discurso de mostrar a Ecuador como un país receptivo, con reglas claras, amistoso con todos y en el que se puede confiar", resaltó canciller de esta misión, que ha tenido un doble carácter diplomático y comercial, y llevado a Lasso a su primera cumbre de la CELAC, en México, y su primera comparecencia ante la Asamblea General de la ONU.
En ambos encuentros, la agenda comercial y de inversiones ha recibido prioridad, en línea con la política presidencial de "Más Ecuador en el mundo, y más mundo en el Ecuador", como receta para rescatar al país de la crisis en la que se encuentra y fomentar el empleo.
APOSTAR POR ECUADOR
"Llamó a toda la comunidad internacional a apostar por Ecuador", dijo Montalvo, y ello incluyó tanto a gobiernos extranjeros, organismos multilaterales, grupos de inversión y financieros, haciendo énfasis en el desarrollo del "sector petrolero, minero, telecomunicaciones y energías alternativas". Siempre desde una óptica del "manejo sustentable" y de equilibrio de la economía con el medioambiente.
Para el jefe de la diplomacia ecuatoriana, este nuevo aperturismo tuvo una "muy buena acogida", y "en los diálogos pude percibir una gran sintonía con lo que planteaba el presidente y lo que los inversores o líderes de compañías y empresas tenían en mente".
Entre ellas, por ejemplo, Microsoft, cuyo CEO regional ofreció "una apuesta por la educación", o el de la minera Rio Tinto, a la que le gustaría regresar a Ecuador.
Montalvo habló matizó que entre las reservas planteadas al presidente en las reuniones primó "el marco normativo", es decir, "que haya cumplimiento del estado de derecho".
También hubo interés por la "Ley Creando Oportunidades" que Lasso presentó este viernes en la Asamblea Nacional como eje de las reformas que pretende realizar para reactivar la economía.
El mandatario no tiene, a priori, mayoría para pasarlas y según el Canciller, "varios de ellos, no solo uno, le plantearon cómo se lleva adelante esto en el plano del entendimiento del legislativo".
"Estaban muy informados de la composición de fuerzas", reconoció el ministro, por lo que "ahí se trató los diversos escenarios" y el "presidente planteó las situaciones y cómo podría (actuar) ante las reacciones de los actores políticos".
Lasso ha presentado el proyecto con carácter de urgencia económica para obtener un posicionamiento del Parlamento en el plazo máximo de 30 días, dado que de no votarlo la Asamblea entraría en vigor por imperio de la ley, mientras que en caso de ser rechazado podría aún llevarlo a una consulta.