"Si las cosas estuviesen bien, estaría tranquilo en mi casa en Olón, viendo la caída del sol con mis perros, en lugar de estar en una carrera política”, dice Daniel Noboa Azin, el candidato más joven en la carrera presidencial.
De ganar, asumiría antes de cumplir 36 años. Es el prototipo de un millennials, “nativos digitales, comprometidos con el cambio social y ambiental, propensos a participar en actividades de activismo y optimistas sobre el futuro”.
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“He constituido cinco empresas propias, he administrado compañías propias, así como he estado en un grupo familiar que algunos dicen que es el grupo empresarial más grande del país... He vivido en cinco países diferentes, he trabajado en operaciones en 50 países y de esa manera entiendo cómo mantener una cadena de valor, cómo generar empleo, cómo sacar adelante una empresa, cómo sacar adelante un mercado... Tengo una empresa de logística, también de consultoría en transporte de carga fría, he trabajado en eventos desde muy pequeño, fue mi primer negocio... Lo cuento con gusto, no quiero sonar tampoco muy lamparoso...”.
Noboa, en caso de ganar, se haría cargo de un país con un déficit de 5.000 millones de dólares que se agravaría con el resultado de la consulta del Yasuní. ¿Cómo enfrentaría ese hueco?
¿Y qué garantía podemos tener los ecuatorianos de que, de darse su triunfo, no haya conflicto de intereses entre su Presidencia y sus actividades económicas?
Estas y otras preguntas son contestadas por Daniel Noboa en entrevista con Vistazo. Aquí la charla completa.