En una entrevista con el medio australiano SBS News, el mandatario fue cuestionado por la ola de críticas internacionales y condenas de varios países como Estados Unidos.
“¿Se arrepiente de algo?”, preguntó la periodista, a lo que Noboa contestó: “Cero”.
“Creo que estamos en el lado correcto de la historia y, además, condenamos el hecho de que algunos gobiernos usen sus embajadas como fachada de refugio político, pero en realidad es para la impunidad. En realidad es para salvar a los criminales de su sentencia”, explicó el presidente ecuatoriano.
La Policía ecuatoriana asaltó la Embajada mexicana en Quito para detener a Jorge Glas, quien obtuvo asilo político por parte del país azteca. Actualmente, el exvicepresidente permanece en la cárcel La Roca (Guayaquil), donde habría intentado suicidarse y está en huelga de hambre.
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Mientras tanto, la mayoría de países del mundo han mostrado su preocupación por el accionar del Gobierno ecuatoriano. La OEA condenó enérgicamente la irrupción y los actos de violencia ejercidos en contra de la integridad y la dignidad del personal diplomático.
México anunció que pedirá a la ONU que suspenda a Ecuador hasta que ofrezca una disculpa pública y este martes el presidente Andrés Manuel López Obrador defenderá a su país en una reunión virtual extraordinaria de mandatarios de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
La cumbre de la Celac la convocó la presidenta temporal del organismo, la mandataria de Honduras, Xiomara Castro.
López Obrador aseguró también que su denuncia busca que no se viole el derecho al asilo, pero no solo en el caso de Glas, sino en general.
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