Aunque Europa sacó del aire al canal ruso RT en 2022, tras la ola de desinformación por la guerra con Ucrania, Ecuador lo hizo antes, por la cobertura que el medio propagandístico del Kremlin hiciera de las protestas de 2019. Fue el escenario perfecto para que RT desplegara su campaña contra el FMI y EE.UU. e intentara socavar el orden democrático en el país andino.
Vistazo y Código Vidrio analizaron más 800 publicaciones que hizo el medio en redes sociales y su página web con una clara tendencia hacia agudizar el caos. Que hubo descontento popular es un hecho. Por eso, el politólogo español Manuel Alcántara describen las democracias como "fatigadas". Pero esta insatisfacción fue exacerbada y aprovechada por un actor político que está fuera de la región.
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Era el 4 de octubre de 2019 y nadie podía predecir que se calentaban unas protestas que estuvieron a punto de tumbar al gobierno. Tres días atrás, Lenín Moreno anunciaba la eliminación de los subsidios a los combustibles, como parte del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Algunos gremios salieron a protestar por una medida que no había sido socializada, razón por la cual Moreno decretó un estado de excepción. Ese cuatro de octubre, el medio oficial ruso lanzaba un video en tono de sátira en el que aseguraba que, con el acuerdo con el FMI, “los ecuatorianos tendrán que empezar a pagar el doble por servicios básicos, ver reducidas sus vacaciones a la mitad o entregar mensualmente un día de su salario”. Y concluía: “Cada vez que el FMI intervino de una u otra manera en el Ecuador, el resultado fueron turbulencias económicas y sociales, con consecuencias desastrosas para la gente de a pie”.
Ese mismo día, un artículo en el medio satélite Sputnik Mundo, citando a voceros del correísmo se adelantaba a un escenario: “Lenín Moreno: entre la ‘muerte cruzada’ y los fantasmas de la oposición”. No solo eso, el correísmo admitía que “una eventual destitución de Moreno no sería fácil, por lo que planteaba usar el mecanismo de “muerte cruzada”, para que el presidente y la Asamblea Nacional sean depuestos y llamar a nuevas elecciones. Esos días recién empezaban a calentarse las calles: el 3 de octubre el gremio del transporte hizo un paro que terminó el mismo día, mientras el movimiento indígena, comandado por la Conaie, anunciaba una movilización hasta Quito.
Con el pasar de los días, el canal gubernamental del Kremlin, Russia Today o RT, no tenía empacho en amplificar el discurso del correísmo contra el gobierno y satanizar el acuerdo con el FMI. El expresidente y antes amigo íntimo de Lenín Moreno, decía en entrevistas con RT que era una opción lanzarse de candidato si el presidente resultaba destituido. No obstante, en ese entonces Correa, que se había ido a vivir a Bélgica, estaba siendo procesado por el caso Sobornos, lo que ponía en riesgo que al ser condenado ya no podría ser candidato en las elecciones de 2021. La posibilidad de unas elecciones anticipadas era una urgencia para el correísmo.
Para el 7 de octubre, la movilización indígena logró arribar a Quito, lo que obligó al presidente Moreno a trasladarse a Guayaquil. RT enfiló su artillería con titulares y enfoques tendenciosos:
Este patrón no solo se dio durante octubre de 2019, sino que se repitió en julio de 2022, cuando las protestas también tenían como objetivo derrocar al presidente Guillermo Lasso. Los medios rusos operaron de la misma manera, y el expresidente Correa apuntaba a la salida de la muerte cruzada o renuncia de Lasso. En ese momento él ya no podía ser candidato porque ya había sido sentenciado por el caso Sobornos. ¿Cuáles son los objetivos de Rusia?
Esta alianza periodística revisó una base de datos con 496 publicaciones que hizo RT en sus redes sociales sobre las protestas de 2019 y 2022, y 371 publicaciones que hicieron RT y su medio satélite Sputnik en sus páginas web. Por medio de una consulta realizada a través de la plataforma de inteligencia de noticias Event Registry, desde DFR Lab y, con el apoyo del Observatorio Interuniversitario de Medios Ecuatorianos (OIME), se obtuvieron esos artículos publicados en dos períodos: entre el 13 de junio y el 31 de julio del 2022, y el 2 y el 18 de octubre del 2019.
El 70 por ciento de las publicaciones resulta tendencioso, en contra de los gobiernos de turno, satanizando las medidas económicas y haciéndole el juego al correísmo. No obstante, el papel de los medios rusos tuvo mayor relevancia en 2019, ya que ese año fue bloqueado en Ecuador después de la cobertura que dio a las protestas.
Las protestas de octubre de 2019 duraron 11 días. Lo más violento se vivió entre el 7 y el 13 de octubre. Y fue justamente en esos días cuando el canal ruso RT empezó a hacer transmisiones en vivo de las protestas. El cámara del medio ruso hacía tomas de las inmediaciones de la Asamblea Nacional, donde se enfrentaban policías y manifestantes, siempre desde el lado de los protestantes. Esta alianza logró recuperar 17 transmisiones en vivo que se hicieron por medio de su página de Facebook y que aún se pueden ver. Por ejemplo, una del 8 de octubre dura más de una hora. Tuvo casi 900 mil visualizaciones, más de 9 mil reacciones y más 4 mil comentarios. De todas las publicaciones analizadas de RT, estos “en vivo” fueron los que más reacciones en redes le generaron al medio.
Pero no solo se podía ver a través de internet. Russia Today llegó al Ecuador en tiempos del gobierno de Rafael Correa y parte de su programación se trasmitía por EcuadorTv, el canal público. Sin embargo, cuando Lenin Moreno llegó al poder en 2017 intervino los medios públicos y sacó esa programación. Así RT se quedó solo con la señal por cable. Durante las protestas de 2019 sus transmisiones en vivo también se veían por esa señal y repetían la palabra paquetazo en sus titulares.
Una vez concluidas las protestas, la entonces ministra del Interior, María Paula Romo, dio una rueda de prensa en la que calificó las acciones como una medida de desestabilización al gobierno y dijo: “El ataque en redes sociales, la cantidad de información falsa, la cobertura que hizo en vivo en canal público de Rusia de todo lo que estaba sucediendo en las calles. Llama la atención que haya sido una protesta transmitida en vivo por el canal público del gobierno ruso”, haciendo referencia de que Rusia sería parte de la estrategia de desestabilización. A su criterio, se habría estado exacerbando las protestas.
En respuesta, RT publicó otro video satírico en el que la presentadora dijo que Bob Esponja fue tendencia en Twitter en Ecuador porque fue lo que transmitió uno de los grandes canales “en medio de una descomunal crisis social y política”. Según Rusia, así se taparon las protestas. Y por eso argumentaba que los ecuatorianos se volcaron a las redes sociales y a los medios internacionales, en este caso RT, que mostraban una realidad muy distinta.
El cruce de calificativos pareció no pasar de eso. Ni el gobierno de Moreno inició alguna investigación o acciones legales ni RT pasó de las respuestas satíricas. Con el diálogo entre gobierno y sector indígena, y la derogatoria del decreto que eliminaba los subsidios, el país volvía a la calma. Pero justo un mes después, el 15 de noviembre, la Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT) sacaba la señal de RT de la programación por cable.
Aunque CNT argumentó explicaciones técnicas y beneficios para los usuarios, la suspensión fue una decisión política por la cobertura que RT había hecho de las manifestaciones. De hecho, el gobierno tenía pensando hacerlo durante los días de violencia. María Paula Romo, confirmó a esta alianza periodística, más de cuatro años después, que se trató de una decisión política. Según Romo, Rusia se caracteriza por exacerbar los conflictos locales para desestabilizar las democracias y, en 2019 y 2022, usó esa estrategia a través de RT.
Si bien, el protagonismo del paro en 2019 se lo llevaron los líderes indígenas Leonidas Iza y Jaime Vargas, que se convirtieron en el rostro de las demandas sociales, Romo dice que no fue un tema doméstico porque “el grupo de Puebla” o los expresidentes del Socialismo del Siglo XXI venían planeando una ola de desestabilización, ya que la derecha estaba desplazando a esos gobiernos. Y no es desconocido que Rusia siempre ha apoyado a esos gobernantes. De allí, según Romo, que la chispa de las protestas se prendió también en Colombia y Chile durante 2019.
No obstante, hay otra mirada sobre las protestas y la cobertura de los medios. Jonathan Luna Noa, máster en Comunicación por la Universidad Politécnica Salesiana y especialista en Comunicación Digital por la UASB, dice que los medios tradicionales no dieron cobertura a las demandas de los manifestantes y que ese papel lo asumieron los medios internacionales y los digitales. Luna, quien publicó un estudio sobre el medio nativo digital Wambra Radio que abrió sus micrófonos a la marcha indígena, dice que ese fue el motivo por el que los manifestantes quisieron quemar un canal de televisión en Quito.
Es un hecho que la decisión que afectaba el precio de los combustibles en 2019 no fue consultada y, al ser una imposición, tomó por sorpresa a un gran sector poblacional que se sintió perjudicado. A eso se sumaron otras demandas sociales pues la economía ecuatoriana se estaba deteriorando después del boo petrolero.
Sobre el papel de RT, Luna dice que no puede ser categórico en sacar una conclusión, pero afirma que “Todos los medios tienen una ideología política y tienen una visión de si están a favor o no de un gobierno” y que la cobertura da cuenta de qué tendencia tienen los medios rusos. De todas maneras, sugiere que la razón para sacar del aire a RT pudo haber sido que las transmisiones en vivo, no necesariamente impulsaban a salir a la gente a salir a las calles, sino que se veían alrededor del mundo y eso creaba una mala imagen para el gobierno: un país en conflicto y represivo.
¿En qué medida afectó la salida del aire a RT? Quizá no mucho porque, aunque no se puede ver al canal de Kremlin por Tv, Rusia mantiene presencia en Ecuador a través de sus redes sociales y su página web. No obstante, Europa sí pudo sacar del aire a los medios rusos, no solo de los canales analógicos, sino que bloqueó todo acceso a redes sociales y páginas web, tras la ola de desinformación de la guerra con Ucrania en 2022. Incluso plataformas como Facebook y YouTube hay borrado los contenidos de RT.
Pero en Latinoamérica y Ecuador, mantiene su presencia. Eso le ha permitido cuestionar a los gobiernos que no son de su agrado o posicionar sus mensajes en contra de EE.UU., el FMI e incluso la dolarización. Con la ola de violencia desatada en Ecuador por diferentes factores, RT no escatimó, por ejemplo, en lanzar una campaña para posicionar que la dolarización es la principal causa del narcotráfico. Para Putin, el hombre que ha gobernado Rusia por casi 30 años y ha consolidado un gobierno autoritario, Russia Today funciona como un Ministerio de Defensa para un país que tiene varios frentes en conflictos internacionales para posicionar sus intereses.
Las democracias como tal enfrentan nuevos desafíos. De eso habla el politólogo español Manuel Alcántara en entrevista con esta alianza. Entre los síntomas del cansancio democrático se destacan tres: el descontento de la población; la angustia porque no vive mejor de lo que en su momento vivieron sus padres, por falta de oportunidades y acceso a servicios; y, la pérdida de organizaciones políticas que representen a los ciudadanos, lo que lleva a la personalización de la política. Esto ocurre en Ecuador, que en agosto de 2024 recordó el aniversario 45 del retorno a la vida democrática.
En 2019, mientras RT cubría en primera línea las protestas y amplificaba los mensajes de ciertos sectores políticos que querían ver caer al gobierno, su canal satélite Sputkin Mundo se encargaba de dar voz a distintos personajes identificados con el Socialismo del Siglo XXI para cuestionar las políticas económicas de Ecuador. Titulares como estos se repetían a diario en Sputnik:
“De eso se trata la guerra de información de Rusia, para ampliar esas diferencias”, dice Vladimir Rouvinski, un ciudadano ruso radicado en Latinoamérica desde hace 30 años, que estudia la influencia del Kremlin en la región. Rouvinski es profesor de Ciencia Política en la Universidad Icesi de Cali, Colombia, y ha escrito algunos trabajos académicos sobre cómo Rusia intenta posicionarse en América Latina. Explica que al Kremlin no le interesa la resolución de conflictos y por eso sus medios dan gran cobertura a las protestas en los países de la región.
A diferencia de China que tiene mucho dinero para dar créditos a los países latinoamericanos o competir en inversiones con EE.UU. y Europa, Rusia no tiene esos recursos, pero sí sabe cómo usar su maquinaria de propaganda y desinformación, explica Rouvinski. Por eso ya no financia dictaduras, como lo hizo en su momento la URSS con Cuba, sino que ahora promociona a sus aliados. Es el caso de la Venezuela de Nicolás Maduro que se ha convertido en un satélite del Kremlin. Y ese fenómeno se puede ver en la cobertura de las protestas en Ecuador.
Más que a cualquier analista, en las protestas de 2019 y 2022, RT y Sputnik amplificaban todo lo que salía de Venezuela y las opiniones de Maduro:
Por eso el trato con las protestas en Venezuela para RT es diferente. Mientras en el resto de países, Rusia considera legítimas las aspiraciones de los protestantes por derrocar gobiernos, en Venezuela minimiza las manifestaciones de un amplio sector que ahora se está movilizando contra la cuestionada reelección de Maduro.
En Ecuador RT usó todos los recursos posibles para deslegitimar al gobierno y dar la razón a los protestantes. Aunque el paro era el causante de la paralización del sector productivo, el medio ruso lanzó noticias y videos sobre las pérdidas económicas que eran mayores que lo Ecuador iba a recibir como préstamo del FMI. Según varias fuentes, sus periodistas decían que el país estaba perdiendo 33 millones de dólares diarios en Turismo; 120 millones diarios perdían las empresas, y 8,6 millones la producción petrolera. Los cálculos de RT anunciaban que, si el paro continuaba por un mes, las pérdidas ascenderían a cerca de 500 millones de dólares. Los analistas invitados al set ruso consideraban la salida inminente de Moreno y el rompimiento del acuerdo con el FMI.
El investigador estadounidense Douglas Farah, quien escribió el informe “Campañas de influencia rusa en América Latina”, junto al español Román Ortiz, dice que a través de estos discursos Rusia intenta posicionarse en América Latina y lo está logrando. “Lo que buscan es quitar, redefinir lo que ha definido o tratado de definir Estados Unidos y la Unión Europea desde la guerra fría. El discurso es “necesitamos un mundo multipolar, Estados Unidos maneja un mundo unipolar”. Lo que ellos entienden es que no pueden quedar mensajes muy pro rusos. No están diciendo “Rusia es lo mejor”, sino: “Somos una alternativa a Estados Unidos”.
Estas coyunturas críticas como movilizaciones son caldo de cultivo para la propagación de falsas noticias o bulos. Una investigación de Tania Villalva y Pablo Romero, docentes de la Universidad Politécnica Salesiana, determinó que en octubre de 2019 se usaron este tipo de estrategias para apelar a la emotividad y abonar al caos y a la crisis social. Aunque los autores son críticos con las medidas económicas del Moreno, encontraron que 48 de 53 piezas analizadas tenían como “víctima” narrativa al gobierno, con enfoques como “Gobierno modifica el sueldo básico a USD 280”, “Se incrementa el costo del pasaje”, “Militares hacen llamado al soldados indicando que es hora de sacar a Moreno”, “La Ministra de Gobierno, María Paula Romo, señala que los transportistas decidieron levantar el paro y que en las calles solo quedan unos zánganos”, “Se elimina el subsidio del gas”, etc.
El estudio encontró patrones que permitieron presumir que el interés de circular bulos era para que el proceso de diálogo entre gobierno e indígenas no prosperara.
De acuerdo con Rouvinski, RT se cuida de replicar falsas noticias al igual que los otros medios de comunicación, pero su tratamiento de la información busca el mismo objetivo: polarizar más y que los conflictos se agudicen.
Con su experiencia en esta línea de investigación, Vladimir Rouvinski destaca que las campañas rusas son hábiles para explotar el ángulo emotivo de las audiencias. Para ello, además, aprendieron a usar formatos narrativos disruptivos, que impactan profundamente en las audiencias jóvenes.
En Ecuador, los jóvenes son quienes se sienten más defraudados por la democracia. En un país que no ofrece oportunidades de estudio ni empleo, la suya es una voz crítica. Del padrón electoral para las presidenciables de febrero de 2025, el 59,5 por ciento de empadronados tiene entre 19 y 49 años. "No podemos mirar a otro lado y decir que la democracia es perfecta, algo le pasa. Ella tiene instrumentos para regenerarse, ellos pasan por escuchar a voces diversas", advierte Alcántara.