Irán responsabilizó a Israel el sábado 20 de enero de 2024 por el bombardeo que mató en Damasco a cuatro oficiales de la Guardia Revolucionaria. Las autoridades iraníes indicaron que "se reservan el derecho de responder" a ese ataque.
El portavoz de la cancillería iraní, Naser Kanani, precisó que las represalias llegarían "en el momento y el lugar adecuados" y acusó a Israel de estar implicado en una "tentativa desesperada de propagación de la inestabilidad y la inseguridad en la región".
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La agencia iraní Mehr afirmó que en el ataque murieron el jefe de inteligencia para Siria de los Guardianes de la Revolución, ejército ideológico de la República Islámica, así como "su adjunto y otros dos miembros de esa fuerza".
El edificio bombardeado, situado en el barrio de Mazzeh de la capital siria, resultó destruido y fue acordonado, indicó un periodista de la AFP. Los socorristas buscaban supervivientes entre los escombros.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH) indicó que el bombardeo dejó 10 muertos.