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Inty Gronneberg

La matriz productiva ecuatoriana en el Gobierno del Encuentro

lunes, 7 febrero 2022 - 18:41
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    Quizás uno de los conceptos más utilizados por los políticos para generar simpatías en la gente es el del crecimiento económico. Cada gobierno con algún tipo de visión (hemos tenido algunos sin la más mínima idea), le han propuesto al país estrategias que al menos en la teoría le permitirían al Ecuador un desarrollo que a su vez se traduciría, entre otras cosas, en fuentes de empleo. Dentro de esta lógica, el Gobierno del presidente Guillermo Lasso nos propone como eje central del desarrollo a la atracción de inversión por 30.000 millones de dólares en sus cuatro años de mandato, los cuales estarían enfocados en 48 proyectos dentro de 9 áreas específicas, las que fueron presentadas en el evento “Ecuador abierto a los negocios”, que hace pocos días presentó su memoria de resultados.

    ¿Qué reflexiones nos deja el plan de crecimiento económico del Gobierno del Encuentro a tres meses de comenzar su segundo año?

    El modelo económico-productivo del Gobierno está en marcha. Su enfoque es crear el entorno para recibir inversión en sectores estratégicos, en los cuales el Estado propone una gestión delegada en al menos 48 proyectos hacia las empresas, bajo modelos de alianzas público-privadas, así como también las concesiones y privatizaciones. Alrededor del 46% abarcan proyectos de infraestructura, energía, telecomunicaciones e inmobiliarios, mientras que cerca del 36% de los planes se encuentran en el área minera y de hidrocarburos. Apenas un 16% se enfoca en áreas de la economía naranja, como la cultura y el deporte. En cuanto a propuestas ambientales, un bajísimo 2%.

    Si analizamos el conjunto de bienes, productos y servicios planteados por el Gobierno como sus ejes estratégicos de atracción de capital, podemos ver que más del 80% de ellos se encuentran en la denominada “matriz productiva” del país, dentro de la cual existe la característica de la producción de bienes primarios con poca agregación de valor tecnológico en el producto final, así como también industrias de poco encadenamiento productivo, puesto que demandan y ofertan bajas cantidades de insumos a otros sectores. En resumen, el Ecuador mantiene su visión de especialización primaria-exportadora, donde su dificultad de generación de productos de alto valor tecnológico agregado le hace que profundice la explotación de recursos naturales en detrimento de su biodiversidad.

    Visto desde el aspecto productivo, el país mantendría la idea de los megaproyectos que viene desde los años setenta, desde que el Ecuador se jugó a sectores como el petróleo para que su explotación permita al país sacar a su gente de la pobreza, lo cual no sucedió, puesto que la falta de encadenamientos productivos de sectores como este no permitieron generar las fuentes de empleo que nuestra sociedad requería, considerando además su crecimiento poblacional. La única diferencia sería que, en este caso, quien administre los proyectos sean empresas privadas, con el anhelo de que con el pago de sus impuestos se pueda cubrir el hueco fiscal que el Estado mantiene.

    En resumen, la visión de la matriz productiva ecuatoriana en el Gobierno del Encuentro vendría a ser la misma que no ha logrado la erradicación de la pobreza, la cual sigue aumentando. Según los últimos datos del INEC, la tasa de pobreza multidimensional alcanzó en diciembre del 2021 un 39.2% a nivel nacional, con un 24.3% repartida en el área urbana y un 70.7% en el sector rural.

    La visión del Ecuador impuesta por nuestros gobernantes aún se encuentra muy lejos de los modelos de desarrollo económico que han permitido a los países sacar a su gente de la pobreza: la inversión estratégica en sectores claves de la economía, que le permitan la diversificación productiva, mediante la inyección de capitales en áreas como la investigación y el desarrollo, la educación y la formación de capital humano, así como también los mecanismos que vuelvan atractiva la inversión en el gran tejido productivo de las pequeñas empresas, logrando así un crecimiento más resiliente del producto interno bruto, produciendo una riqueza más inclusiva y sostenible.

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