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Gabriel Rovayo

¡Estamos viviendo el futuro!

jueves, 22 febrero 2018 - 04:17
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    Habrá a quienes les parezca  trivial este tema de la tienda  Amazon Go. Posiblemente dirán:  es solo compras, es consumismo,  hay cosas más importantes de qué hablar.  Pero déjenme decirles que lo acontecido  en Seattle por parte de Amazon  es algo de importancia. Con este nuevo  emprendimiento de esta gigante de  la comunicación y las ventas, podría  decirse (medio en serio y medio en broma,  claro) que hemos llegado al futuro.
     
    ¿Alguna vez imaginaron una tienda  sin vendedores, sin filas, donde se puede  hacer compras rápidamente y sin  estrés? Un lugar sin recibos de compra,  donde lo único súper indispensable es  contar con un smartphone.
     
    Lo que hace que me  asombre de esta manera  es, no tanto el hecho  de poder acceder a un  servicio así, sino el olfato  increíble de Jeff Bezos  para saber qué es lo  que el cliente necesita.  Porque él podría haber  mantenido por años o  décadas su plataforma de ventas y le  hubiera ido tan bien como hasta ahora.
     
    Aunque la compañía asegura que aún  no hay planes en este momento para  llevar esta tecnología a los 431 supermercados  de Whole Foods que la misma  adquirió en junio de 2017, casi podría  asegurar que ese será el siguiente paso.
     
    Hace poco leí una opinión sobre  Amazon Go en una revista de aerolínea,  y me pareció tan acertada que me tomé  el trabajo de copiarla. En ese artículo  citaban a David Sax, escritor que suele  colaborar con The New Yorker, autor de  “The Revenge of Analog” (La venganza de  lo analógico). Sax decía que: “las tiendas  son más que lugares para intercambiar  dinero por bienes. Siempre han sido ambientes  humanos, donde las interacciones  tienen un valor por sí mismas”. Con  esto, Sax apunta a la permanencia de  las tiendas físicas y a las relaciones que  vienen con ellas, aunque puedan convivir  con otro tipo de transacciones, como  las del comercio electrónico. Me pareció  interesante esa opinión, justo ahora en  que el tema del dinero electrónico no  acaba de ser digerido en nuestro país.
     
    “Cuando compramos algo, no estamos  pagando solo por un bien material.  También estamos pagando por la interacción  que viene con él. A veces esa interacción  es práctica: un empleado que  escanea y empaca nuestro mercado. A  veces se basa en el conocimiento, como  ocurre con los consejos para instalar  una lámpara colgante que dan en la  ferretería”. Sí y no, David Sax, en Amazon  Go hay humanos, solo que están  allí para ser de ayuda, pero la tecnología  está para garantizar la eficiencia. Además,  recordemos que muchos de nosotros  hacemos la mayoría de “trámites”  (pagos de servicios, transferencias, etc.)  a través de nuestro smartphone. Me  pregunto: ¿habrá alguien que prefiera  hacer la fila, a veces por horas, para  tener contacto humano con sus compañeros  de línea y luego con la malhumorada  cajera a la que todos tratan mal?
     
    Disfrutemos del futuro, de la nueva  manera de hacer negocios.

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