En el artículo previo, exploramos las causas del impresionante éxito económico de la India y su ascenso para convertirse en la quinta economía mundial. Sin embargo, para mantener este avance, es esencial que la India busque la sostenibilidad en su crecimiento económico.
La liberalización económica de la India, hace tres décadas, marcó el comienzo de su expansión económica. Para garantizar que este progreso continúe, es fundamental que las reformas se mantengan en curso. Según el ranking de libertad económica del Fraser Institute de 2023, la India ocupa el puesto 87 entre 165 países. Esto señala la necesidad de mejorar aspectos como las regulaciones, la libertad para el comercio internacional, la estabilidad monetaria y el fortalecimiento del sistema legal y los derechos de propiedad.
El crecimiento económico en aumento también conlleva un incremento del poder político, que en un entorno de instituciones débiles puede favorecer el surgimiento del autoritarismo. A pesar de ser la mayor democracia del mundo, existen dudas sobre si la India puede considerarse una democracia liberal. Mientras que una democracia implica que el poder reside en el pueblo y se ejerce mediante elecciones, una democracia liberal va más allá al incluir la protección de los derechos y libertades individuales, como la libertad de expresión, reunión y religión.
Para evitar el debilitamiento de las instituciones liberales debido a agendas nacionalistas hindúes, la India debe mantener el secularismo y el pluralismo como pilares fundamentales. En un país tan diverso, con múltiples religiones, idiomas y tradiciones arraigadas, el respeto por la diversidad es crucial. Además, tradiciones antiguas como el sistema de castas, que contradicen los principios liberales, deben ser abordadas de manera efectiva. El nacionalismo también plantea un riesgo para la sostenibilidad del modelo económico si busca imponer límites a la inversión extranjera, la cual ha sido vital para el éxito económico de la India.
La contaminación es alarmante. La falta de regulación y el crecimiento económico dejando de lado la protección del medio ambiente han llevado a una crisis que amenaza tanto la salud de los ciudadanos como el propio crecimiento económico a largo plazo.
La India debe transformar su éxito económico en un modelo sostenible capaz de erradicar la pobreza que afecta a más de 800 millones de personas (60 por ciento de la población) que viven de raciones alimenticias que les entrega el gobierno. La ruta es profundizar en las reformas económicas, fortalecer sus instituciones democráticas y liberales, mantener el secularismo y pluralismo político, evitar el nacionalismo extremo y abordar de manera urgente la crisis de contaminación. La India puede convertirse en un ejemplo de éxito económico sostenible e inclusivo.