El alza constante en las tasas de interés y la disminución del crédito disponible es preocupante. ¿Qué está ocurriendo realmente y cómo podemos abordarlo?
Para comprender este fenómeno, es crucial analizar sus causas profundas. En el corazón de una economía subdesarrollada yace la escasez de capital, una limitación que obstaculiza la generación de riqueza y el ahorro interno. Sin embargo, esta carencia puede ser subsanada mediante el acceso al ahorro internacional, abundante en economías desarrolladas. Lamentablemente, en lugar de facilitar la entrada de capitales externos, los políticos locales han implementado políticas que restringen la salida de dinero. Además, un entorno poco atractivo caracterizado por la falta de respeto a la propiedad y una institucionalidad débil agravan la situación. A esto se suma una dificultad coyuntural, la política monetaria restrictiva para hacer frente a la inflación, en el mundo desarrollado, restringe y encarece el financiamiento.
Es imperativo corregir los errores del pasado. Entendamos que el grueso de los dólares no está en Ecuador, sino en el exterior. Esto exige sustituir la absurda política de “evitar que salgan”, por una que busque atraer el ahorro internacional hacia el país. En este sentido, es fundamental liberalizar por completo el flujo de capitales y mejorar el entorno local para hacerlo más atractivo para inversores externos. ¿Cómo?
1. Romper el autoaislamiento financiero de Ecuador respecto a grandes centros financieros, mal etiquetados como “paraísos fiscales”. En la actualidad, el tratamiento tributario desfavorable impide canalizar fondos desde países como Panamá hacia el mercado de capitales o el sistema financiero ecuatoriano.
2. Eliminar el Impuesto a la Salida de Divisas para garantizar una total movilidad de capitales en cualquier circunstancia, sin excepciones ni requisitos.
3. Fortalecer el sistema financiero mediante la adopción de una legislación moderna basada en las normas de Basilea III. En el caso del mercado de valores, suprimir las restricciones para permitir inversiones en un depósito centralizado de valores con estándares internacionales y facilitar la integración regional de las bolsas de valores. El objetivo es establecer altos estándares de supervisión que generen confianza en los inversionistas y fomenten el flujo de capital hacia Ecuador.
4. Eliminar los esquemas de fijación política de las tasas de interés, ya que únicamente perpetúan la escasez de crédito.
La única manera de garantizar un financiamiento más accesible y abundante es incrementar el ahorro real. Las intervenciones de los políticos en el mercado financiero, por bien intencionadas que sean, solo resultan en una exclusión financiera. Es momento de abrirnos al mundo y adoptar medidas que hagan de Ecuador un destino atractivo para el ingreso de capitales.