Geraldina Guerra: "Para vivir sin violencia hay que nombrarla, y para eso nos sirve el activismo"
La defensora de los derechos de las mujeres ecuatorianas asegura que es doloroso recibir estos reconocimientos, pues no deberíamos seguir luchando contra esto.
La comunicadora y activista quiteña, Geraldina Guerra Garcés, ha defendido los derechos de las mujeres durante más de 17 años y trabaja activamente para proteger a las víctimas de la violencia en Ecuador. Por su admirable y ardua lucha, la Revista Hogar le otorgó el mérito a Mujer del Año 2023.
A sus 22 años emprendió un viaje e investigación por toda Latinoamérica, donde se encontró con una misma narrativa que atraviesa a las mujeres sin importar su origen. Allí conoció de cerca el discurso de las relaciones difíciles que forman parte de la violencia contra la mujer. Este primer paso sería el inicio para que hoy, a sus 48 años, sea activista en contra del femicidio.
En estos años de defensa por los derechos de la mujer, donde ha recabado datos y socializado información con varias asociaciones feministas, encontró en los mapas una herramienta poderosa de sensibilización y comprensión de la gravedad de los feminicidios e impulsar políticas públicas efectivas para la atención, protección y prevención de la violencia de género.
Actualmente es presidenta de la Fundación ALDEA (Asociación Latinoamericana para el Desarrollo Alternativo) y ha colaborado con iniciativas como la Alianza para el Mapeo de Femicidios, la Red Latinoamericana Contra la Violencia de Género y lidera la Red Nacional de Casas de Acogida para víctimas de violencia de género en Ecuador.
Para esta quiteña, que fue reconocida por el medio británico BBC como una de las 100 mujeres mundiales más influyentes e inspiradoras en 2022, estos reconocimientos son muy dolorosos porque implica que están matando mujeres, “América Latina es la segunda región más letal para las mujeres por la cantidad de femicidios”, nos dice.
Sin embargo, reconoce que para vivir sin violencia hay que nombrarla, y para eso nos sirven los mapas y el activismo. “Ha sido un trabajo doloroso, sí, pero luminoso, porque nos inspiran los padres, los hijos... ellos nos dan fuerza”.