Carla Bresciani: "Me gusta divertirme con el color"
Carla Bresciani sintió una conexión con el arte desde muy pequeña. Por años explotó su talento a través de diferentes ramas como la música y la danza, pero fue cuando se encontró con las artes visuales cuando descubrió su verdadera vocación. Desde entonces, ha trabajado por posicionar su nombre como una marca que no solo encierra creatividad e ingenio, sino también la trayectoria de una mujer soñadora.
Creció en un ambiente ligado a los colores, las formas, las letras, los sabores y las melodías; su padre es pintor y arquitecto, y su madre toca el piano, escribe y cocina, varias destrezas que, con el tiempo, se fusionaron en ella para transformarla en una artista multidisciplinaria.
Aunque en un principio Bresciani ponía en práctica sus dones por pura pasión, con el tiempo decidió tomar el consejo de su abuelo y convertir aquello en lo que era buena, en un trabajo. “Toda la vida me inculcó business, negocios, ‘si vas a hacer esto, ¿qué te da?, ¿qué vas a ganar?, es tiempo y tu tiempo cuesta’. Yo de chiquita decía: ‘ay no, yo lo hago porque me gusta’ y me respondía ‘eso no te va a dar’”, comentó en una conversación con Revista Hogar para el segmento Chicas Reales.
Fue así que, desde los 18 años, Carla se propuso posicionar su nombre como una marca que resalte el tiempo, conocimiento y empeño que invierte en cada una de sus obras, dejando de lado los comentarios de personas cercanas que criticaban, e incluso se mofaban, de aquel objetivo. “Yo trato de institucionalizar por así decirlo mi trabajo (...) creo que también eso es importante que se diga para los siguientes artistas que quieran laborar con marcas, que tomen en serio un poquito esto porque al final es tu trabajo”, dijo.
Aunque su eje nunca fue la cocina, la vida la llevó a ser una de las participantes del programa ‘MasterChef’. Si bien le gustaba la idea de preparar platillos, su inclinación no apuntaba hacia aquella área. “Me metí por molestar y sin querer llegué a la final”, recordó. Sin embargo, recalcó que haber estado ahí para ella fue una “bendición”, puesto que, a través de su aparición en pantalla, decidió abrir una ventana hacia la exposición del arte urbano, la ilustración y el arte surreal. “Me decían amigos ‘Carlita nos expusiste, nos expusiste totalmente’ y no solo me benefició a mí, sino que creo, en lo posible porque siempre compartía, haber beneficiado a mi medio”.
Desde que terminó el programa, Bresciani no volvió a publicar sobre comida en sus redes. Para ella, mostrar únicamente contenido acerca de sus obras es parte de su esencia, de dar a conocer su amor por los colores y su labor. “Todo el mundo es igual, pero si yo no me creo la película ¿quién te la va a decir? Nadie, nadie te va a decir, nadie te va a buscar tampoco (...) ingéniatelas porque esa es la única forma”.
