Viktor & Rolf ponen la alta costura patas arriba y Ackermann es aplaudido por Gaultier
Bajo la lujosa cúpula de un hotel parisino, los dos diseñadores holandeses, que ya llevan más de tres décadas jugando a ser los "enfants terribles" de la moda, presentaron una colección primavera verano lo más tradicional posible, con música clásica y unos vestidos de faldas ahuecadas, lacitos rosa en la cintura y mucha pedrería o lentejuelas.
Salvo que esos vestidos aparecían regularmente descolocados, mientras la modelo desfilaba imperturbable con un simple corsé y zapatos de tacón.
Daba la impresión de que la modelo los hubiera cortado con unas tijeras en modo de protesta. Pero estaban totalmente rellenos, lo que les confería un curioso aspecto, como una escoba.
Para Rolf Snoeren, es evidente que vivimos "una desconexión entre lo que percibimos en la pantalla de nuestro teléfono o en las redes sociales y la vida real".
"Hemos creado algo que de alguna manera es imposible, que desafía la gravedad, pero ahí está, no es una imagen", añadió ante la prensa.
Se trata de jugar "con los arquetipos de la costura. Todos conocemos el corpiño, la falda larga. Lo que hemos hecho es darle un giro, de acuerdo con el lenguaje del siglo XXI, que es absurdo", añadió.
"Describimos nuestro concepto como glamur conceptual: una parte de la colección es glamur y se puede vestir, otra es conceptual", indicó su pareja de aventuras, Viktor Horsting.
Ackermann estrena colección para Gaultier
El creador francés Haider Ackermann (nacido en Bogotá) presentó también su primera colección de alta costura para Jean Paul Gaultier con un desfile de modelos de corte perfecto.
Una chaqueta de frac negra, con pantalón a juego y zapatos de tacón clásicos.
Un suntuoso vestido de noche de satin rosa, cortado a la altura de la cintura, y anudado con dos simples tiras en torno al cuello.
El corpiño con senos cónicos que inmortalizó Madonna ha sido suavizado de forma elegante, y se lleva con un pantalón caqui.
Ex estilista con Yves Saint Laurent o Berluti, el desafío para Ackermann era considerable al convertirse en el cuarto diseñador que Gaultier llamó para continuar con la marca.
"Nunca pensé que podríamos mezclar de esta forma nuestros universos. Pero escrutando los archivos me di cuenta de que había muchas más cosas en común de lo que había pensado", explicó.
"He abordado la herencia de Jean Paul Gaultier con amor y placer", añadió.
Al final del desfile, celebridades incondicionales del otro "enfant terrible" de la moda francesa se agolpaban para saludar a Ackerman.
"¡Qué belleza!" exclamó la actriz española Rossy de Palma, secundada por Catherine Deneuve, Carla Bruni, Tilda Swinton o Inés de la Fressange.
"Ha sido adorable, adorable", añadió el propio Gaultier.