Aprende cómo cuidar a nuestros gatitos
No subestimes las señales que nuestro gato nos brinda con sus pequeñas acciones.
Los gatos son animales muy limpios. Los vemos lamerse, incluso entre ellos, porque para ellos la higiene es fundamental. Si tenemos la suerte de vivir con uno, habremos comprobado el tiempo que nuestro gatito dedica a esta práctica cada día.
Se calcula que un gato pasa más de dos horas al día en esa actividad concreta. Sin embargo, cuando un gatito se lame continuamente la cola, puede ser una señal que no se debe subestimar. Si se lame su rabito de forma compulsiva y no de manera relajada podría ser indicador de un malestar físico o emocional. Una de ellas podría ser la llegada inoportuna de pulgas. El gato tratará de alejar a estos invitados no deseados, a riesgo de hacerse daño a sí mismo. Ya que como tiene una lengua áspera, si se frota continuamente en la cola, podría dañar la piel. Y no solo eso, si lame la punta de su rabo con insistencia, podría ser un signo de una forma de vasculitis, una inflamación de los vasos. Otra razón que podría ser la presencia de una alergia, causada por un alimento que ha comido o por algo que se ha posado en su cola y que no le gusta.
COMPORTAMIENTO
Aunque podemos pensar que no es posible, pero nuestros gatitos también sufren de estrés. Y esto podría ser una forma de intentar superar el malestar. Su cerebro libera endorfinas y lamerse es la forma más rápida de superar el problema. Lo mismo para el aburrimiento, si fuera un gatito normalmente activo. Obviamente, nuestra tarea es vigilar su comportamiento y no confundir estos gestos con su rutina de higiene normal, en la que luego de acicalarse suele buscar que se lo acaricie o se queda dormido. Pero si se nota que no es así es preferible por las dudas, ponerse en contacto con su veterinario, que seguramente podrá indicarle mejor qué le sucede a su gatito.
ALIMENTOS PROHIBIDOS
Los gatos son, tras los perros, los animales de compañía más habituales en muchos hogares donde se los considera uno más de la familia, y por ello son frecuentes las dudas y precauciones a la hora de cuidar su salud. En este sentido, cabe también tener especial cuidado con su alimentación. Si bien existen determinados alimentos específicos para su dieta, en muchas ocasiones por que nos piden nos vemos tentados a compartir con ellos nuestra propia comida. Sin embargo, a veces es conveniente resistirse a sus miradas de encanto y suplica (a lo “Gato con Botas”) y pensar dos veces qué es conveniente que ingieran y qué puede ser perjudicial para ellos.
Aquí te indicamos cuatro alimentos que debes evitar compartir con tu gatito si deseas que su salud se mantenga en estado óptimo.
DULCES
El azúcar es nefasto para la salud de los gatos. Es conveniente mantenerla lejos de su alcance en cualquier tipo, ya que puede causarles serios problemas, pues su organismo no la tolera adecuadamente. De igual modo debemos tener cuidado con las galletas con exceso de azúcar.
CEREALES
Los cereales no son malos de por sí, pero deben comerse en la cantidad justa para que no les causen problemas gástricos o digestivos. El principal riesgo está en su propio alimento seco habitual, ya que algunas de las marcas comerciales habituales tienen una composición muy elevada de cereales que no es tan óptima para ellos y que puede llegar a provocarles malestar. Cuidado también con el pan, a ellos el olor los atrae, pero si le compartimos que sea solo un pedazo muy pequeño.
CÍTRICOS
La naranja o el limón, en pulpa o zumo, puede causarle problemas estomacales severos a los felinos, malestar gástrico y digestiones complicadas. La elevada acidez de estos alimentos no está a su favor para nada.
UVAS
Tanto las uvas como las pasas pueden causar fallos renales a los gatitos al resultar tóxicas para su organismo. Lógicamente, comerse una uva suelta difícilmente les dañará. Sin embargo, aun cantidades no excesivamente grandes son susceptibles de generarles problemas de salud de difícil solución. Un ser humano con fallo renal es algo doloroso y complicado, es lo mismo para los mininos.