Mientras recorríamos el camino rocoso, entre los árboles de la carretera se asomaba con intermitencia un paisaje que automáticamente nos hizo preguntarnos “¿De verdad esto está dentro de Guayaquil?” Y la respuesta es sí, la Fundación Inkary se encuentra en el corazón de un extenso e imponente bosque seco tropical a la altura del Km. 22 de Vía a la Costa, en el sector Casas Viejas.
Su nombre pertenece al idioma nativo quechua, significa “convivencia armónica entre el ser humano y la naturaleza”, y es precisamente lo que persiguen con objetivos como ser completamente sostenibles, evitar la cacería ilegal y la tala de árboles, y permitir que la flora y fauna se manifieste libremente.
Sus instalaciones funcionan con energía que proviene de paneles solares y de un sistema eólico, y mantienen como pilares de crecimiento comunitario la sostenibilidad, lo ancestral, el bienestar y la sanación.
La experiencia Inkary se compone de varios ambientes, uno de ellos es su restaurante, a cargo del Chef Miguel Hidalgo, especialista en gastronomía precolombina, y su equipo, que ofrece una variedad de menús completos con recetas autóctonas y ancestrales, que se preparan con ingredientes que van del huerto a la cocina.
Otras de las formas en las que sus visitantes pueden conectar con la naturaleza son a través del senderismo y recorrido por las cascadas, donde cuentan con espacios para camping y fogata, y también con el huerto comunitario, donde podrán cosechar alimentos y recibir talleres sobre permacultura, arquitectura y carpintería sostenible, cocina saludable, arte y más.
Además, proponen ser un espacio de transformación emocional, con su centro de sanación donde se pueden llevar a cabo retiros terapéuticos, charlas, ceremonias ancestrales y otras prácticas enfocadas en promover la sanación y el equilibrio del ser. Así como también las constelaciones familiares con caballos, una terapia para sanar ancestros y patrones repetitivos en las familias.
Y para quienes deseen extender su visita, Inkary cuenta con un acogedor hotel de paredes hechas con paja, arcilla y arena, distribuido en suites amobladas y equipadas para recibirte a ti y a tu pareja, familia o amigos, y vivir una experiencia diferente y sanadora en medio de un paraíso verde.