Una mirada al trabajo de Tim Burton, "el duende gótico y travieso de Hollywood"
El estadounidense Tim Burton se ha ganado a pulso su imagen de duende travieso y gótico en Hollywood, un cineasta capaz de lograr éxitos de taquilla con películas estrambóticas como "Beetlejuice" (1988), una comedia negra cuya segunda entrega abrirá este miércoles el Festival Internacional de Cine de Venecia.
Con sus extravagantes gafas negras, un color que le apasiona, podría interpretar perfectamente algunas de sus cintas más célebres, como "El joven manos de tijera" (1990) o "Charlie y la fábrica de chocolate" (2005).
Tiene afición por lo sombrío, los monstruos y lo excéntrico, un gusto que ha logrado transmitir al gran público a lo largo de una larga carrera de altibajos, con grandes éxitos y algunos fracasos, pero que hoy le merecen una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood que se le entregará a inicios de septiembre.
Un niño solitario y salvado por el dibujo, previo a la participación en esta festival, Tim Burton cuenta que siempre se sintió diferente, "raro" en su localidad natal de Burbank (California), donde nació en 1958. "Me gustaba todo lo que era un poco diferente, extraño. No encajaba en las categorías clásicas", explicó.
Décadas más tarde, Burton sigue siendo bastante reservado, prefiriendo crear más que explicar su mundo poblado de esqueletos, fantasmas y jinetes sin cabeza. "Prefiero que mi trabajo hable por sí mismo. (...) Me gustaría conservar una parte de misterio", son sus palabras.
Siendo un aficionado al "stop motion", la técnica de animación que consiste en dibujar la acción de los personajes cuadro a cuadro, Tim Burton se integra en Disney gracias a una beca. Empieza trabajando en la película animada "Tod y Toby" (1981). Pero este excéntrico creador se siente limitado en el gigante de los dibujos animados, que abandona rápidamente.
Pero Burton es un defensor irremediable del bricolaje, lo hecho a mano, lo imperfecto, cuyo encanto se sintió en "Beetlejuice" (1988), un cuento gótico donde morir parece una broma pesada, y que apuesta por la coexistencia pacífica de fantasmas y humanos.
El primer punto de inflexión llegó un año después con "Batman", en el que volvió a contar con Michael Keaton, y abrió una nueva era para los superhéroes, apropiándose del género y rompiendo el mito del personaje liso y perfecto.
Más adelante, sus otros actores favoritos fueron Helena Bonham Carter y Johnny Depp, descubierto en 1991 con "El joven manos de tijera", otra inmersión en el mundo de lo gótico y tenebroso.
El dúo Burton-Depp se ha mantenido a lo largo de otras siete películas, entre ellas "Charlie y la fábrica de chocolate", donde Depp se adentra en la parte oscura del chocolatero Willy Wonka, personaje creado por Roald Dahl, así como en "Sleepy Hollow" (1999) o "Ed Wood" (1994), oda al cine de serie B.
Años después, Tim Burton acaba filmando una versión del clásico "Alicia en el país de las maravillas" (2010), que representa su regreso a Disney, o "Dumbo".
Y así es como su universo parece no envejecer, por ejemplo, los más jóvenes se volcaron el año pasado en su serie "Miércoles", producida para Netflix e inspirada en la familia Addams, protagonizada por la joven estrella Jenna Ortega.