Alec Baldwin ha dado un nuevo giro al mediático caso del tiroteo en el set de Rust, que en 2021 resultó en la muerte de Halyna Hutchins, directora de fotografía de la película. Esta vez, el actor ha presentado una demanda civil en el Tribunal del Distrito del Condado de Santa Fe (Nuevo México) contra los fiscales y los investigadores involucrados, acusándolos de manipulación de pruebas, difamación y violación de derechos civiles.
La demanda nombra a Kari Morrissey, fiscal especial, Mary Carmack-Altwies, fiscal del distrito de Santa Fe, tres investigadores de la oficina del sheriff del condado y a la junta de comisionados del condado como los responsables de haber utilizado a Baldwin como "chivo expiatorio". Según los documentos, estas acciones no solo fueron intencionadas, sino también motivadas por "intereses políticos y profesionales".
Este movimiento legal se produce meses después de que, en julio, la jueza Mary Marlowe Sommer desestimara los cargos de homicidio involuntario contra Baldwin. En su fallo, Sommer señaló que la Fiscalía había cometido errores graves, como ocultar pruebas clave que habrían favorecido la defensa del actor. La sentencia con prejuicio garantiza que Baldwin no podrá ser juzgado nuevamente por estos hechos.
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El incidente que desencadenó esta saga judicial ocurrió mientras Baldwin ensayaba una escena del filme. El revólver Colt .45 que sostenía, considerado como atrezo, disparó accidentalmente una bala real, hiriendo fatalmente a Hutchins. Las investigaciones señalaron irregularidades en el manejo de las municiones en el set, un punto que la defensa de Baldwin destacó desde el inicio como responsabilidad de otros miembros del equipo de producción.
En su demanda, Baldwin no solo busca reparar el daño a su reputación, sino también sentar un precedente frente a lo que considera un abuso de poder por parte de las autoridades. "Los acusados priorizaron intereses personales sobre la búsqueda de la verdad", argumenta el documento.
El caso Rust, que ya es un referente en la discusión sobre la seguridad en producciones cinematográficas, sigue generando controversia. Ahora, con esta demanda, Baldwin busca redirigir el foco de la narrativa y cerrar un capítulo que ha marcado su vida personal y profesional.