Cacaoteros ecuatorianos aplican principios de agricultura regenerativa en el cacao que luego se convertirá en el mejor chocolate
Bajar la huella de carbono es el fin de estas practicas de agricultura regenerativa par el cultivo de cacao.
Ecuador es reconocido como el primer exportador de cacao en América Latina y el tercer exportador a nivel mundial, además, tiene una relación sólida con este cultivo que trasciende lo económico; es un distintivo de calidad y fuerza impulsora del desarrollo sostenible, ya que el cacao fino de aroma luego llega a los fabricantes de chocolate en el mundo.
Un ejemplo de los cultivos en los que se aplica agricultura regenerativa es la colaboración creada entre Yara Ecuador, una empresa que da soluciones nutricionales para cultivos, y Marjorie Franco, una productora, acopiadora de cacao y líder de comunidad en El Empalme, su historia muestra que la producción se puede hacer más sostenible y rentable.
"El cacao es un monocultivo, por lo que los suelos corren el riesgo de degradarse durante muchas décadas de crecimiento si los productores no reemplazan los nutrientes que se lleva la cosecha", explica Gustavo Pazmiño, líder de sostenibilidad y cadena de valor en Yara quien además menciona que es la agricultura regenerativa la que puede ayudar a los cacaoteros a superar y garantizar una mayor productividad y sostenibilidad en los años venideros.
“Algunos productores desconocen cómo hacer composta con las mazorcas de cacao, que pueden devolver nutrientes al suelo y mejorar su estructura”, señala Pazmiño
Por su parte Marjorie a través de su rol como acopiadora de cacao menciona: "Utilizamos la agricultura regenerativa proporcionando al suelo los nutrientes que necesita, protegiendo las fuentes de agua, preservando la biodiversidad y ayudando a los cultivos contra el cambio climático". En el caso de ella que ha aplicado estos conocimientos asegura haber incrementado su productividad de cultivo de cacao de 1.3 a 2.4 toneladas por hectárea año.
Desde la perspectiva de esta productora con este proceso, los productores no sólo piensan en ser más rentables, sino que saben que están protegiendo el suelo y las fuentes de agua.