¿Trabajas con las manos? Atención al síndrome del túnel carpiano
“El túnel carpiano es una afección provocada por la compresión del nervio medio ubicado en la muñeca. Este nervio proporciona sensibilidad al pulgar y a los dedos índice, medio y parte del anular, y también envía señales a los músculos que rodean la base del pulgar”, explica la doctora Kristin Karim, Cirugía Ortopédica, Mayo Clinic, Albert Lea y Austin, Minnesota.
Entre las causas del síndrome del túnel carpiano se incluyen enfermedades como la artritis, la gota, la diabetes, la amiloidosis, infecciones, tumores y lesiones graves en la muñeca. Otras causas son las condiciones ambientales o del lugar de trabajo que implican una manipulación forzada y repetitiva, y el uso de máquinas pesadas y herramientas manuales con vibración.
Entre los síntomas del síndrome del túnel carpiano se incluyen los siguientes:
Entumecimiento y hormigueo en los dedos de la mano.
Hinchazón y molestia en las manos y en los dedos.
Debilidad, especialmente al apretar y al sostener algo
Dejar caer cosas.
Despertarse por la noche para sacudir las manos.
Entumecimiento en los dedos de la mano en las primeras horas de la mañana.
¿Cómo diagnosticar el síndrome del túnel carpiano?
Para determinar si tienes síndrome del túnel carpiano, el especialista ortopédico hablará contigo sobre el historial de tus síntomas y te hará exámenes físicos en las manos y en las muñecas. También puede pedirte o hacerte otras pruebas, incluidas las siguientes:
Prueba de discriminación entre dos puntos en las puntas de los dedos para identificar en qué dedos disminuyó la sensibilidad.
Prueba de Tinel, que se lleva a cabo percutiendo el nervio del túnel carpiano de la muñeca para saber si provoca hormigueo en los dedos.
Prueba de Durkan, que implica ejercer presión con el pulgar sobre el nervio del túnel carpiano de la muñeca para saber si el entumecimiento o el hormigueo empeora.
Radiografía de la mano afectada.
Tratamiento para el síndrome del túnel carpiano
Las estrategias de tratamiento se dividen en medidas no quirúrgicas y quirúrgicas.
Entre los tratamientos no quirúrgicos se incluye el uso de una muñequera ortopédica durante la noche y la administración de inyecciones de cortisona.
La intervención quirúrgica del síndrome del túnel carpiano se denomina liberación del túnel carpiano. Se divide el ligamento que cubre el túnel carpiano, lo que reduce la presión en el nervio medio. La cirugía puede ser abierta o endoscópica.
“Tanto la cirugía abierta como la endoscópica son procedimientos ambulatorios. La cirugía endoscópica es de invasión mínima. Se realiza en una sala de operaciones con o sin sedación leve. Después de inyectar medicamentos para adormecer la palma y la muñeca, se hace una pequeña incisión cerca de la muñeca. Se introduce una cámara pequeña a través de la incisión y se dirige hacia el túnel carpiano. El cirujano inspecciona el túnel y luego utiliza un bisturí conectado a la cámara para cortar el ligamento carpiano transverso (que cubre el túnel) y así reducir el pinzamiento del nervio”, comentó la doctora Karim.
Para obtener los mejores resultados tras la cirugía, asegúrese de consultar con un cirujano de mano ortopédico mientras el entumecimiento y el hormigueo aún son intermitentes en lugar de constantes.
¿Cómo prevenir el síndrome del túnel carpiano?
No hay estrategias comprobadas para prevenir el síndrome del túnel carpiano, pero puedes minimizar el estrés en las manos y las muñecas tomando las siguientes medidas:
Disminuye la fuerza y relaja el agarre. Si tu trabajo incluye una caja registradora o un teclado, por ejemplo, presiona las teclas con suavidad.
Toma descansos cortos y frecuentes. Estira y flexiona suavemente las manos y las muñecas con regularidad. Cuando sea posible, alterna las tareas. Esto es muy importante si usas equipos que vibran o que requieren que hagas mucha fuerza. Incluso unos pocos minutos por hora pueden marcar la diferencia.
Observa los movimientos. Evita flexionar la muñeca totalmente hacia abajo o hacia arriba. Lo ideal es una posición media.
Mejora la postura. Una postura incorrecta hace que los hombros se inclinen hacia adelante, lo que acorta los músculos del cuello y los hombros, y comprime los nervios del cuello. Esto puede afectar a las muñecas, los dedos y las manos, y puede causar dolor en el cuello.
Mantén el calor en las manos. Es más probable tener dolor y rigidez en las manos si trabajas en un entorno frío. Si no puedes controlar la temperatura en el trabajo, usa guantes sin dedos que mantengan el calor en las manos y en las muñecas.
Si tiene síntomas, consulta con un especialista ortopédico para determinar cuál es el mejor tratamiento para que puedas seguir trabajando o regresar al trabajo.