Quinua y amaranto: beneficios en la prevención del cáncer
Estudios recientes realizados por investigadores del grupo de Productos Naturales: cáncer y parasitosis de la UTPL, señalan que el consumo de quinua y amaranto es beneficioso por su alto contenido proteico (12-19%), superando a los cereales y proporcionando los nueve aminoácidos esenciales. Además, la quinua es rica en aminoácidos, y el amaranto en minerales.
Las flores de ambas plantas son comestibles, las de la quinua sirven como condimento, y las de amaranto se emplean en bebidas tradicionales como la horchata. Ambas semillas son nutritivas, no contienen gluten y son de bajo índice glucémico.
Tradicionalmente, diversas partes de la quinua se han utilizado con fines medicinales, por ejemplo: las hojas del tallo se usan para mejorar la calidad de la sangre, las hojas frescas sirven como cataplasmas para aliviar el dolor de garganta y de angina, o mediante su decocción sirve para aliviar infecciones urinarias, reumatismo y también se usa como laxante. Las semillas son útiles para aliviar trastornos bronquiales y prevención del cáncer de colon.
Por otro lado, el amaranto es conocido por sus propiedades calmantes y antiacné; también se utiliza en decocciones para tratar enfermedades cardíacas, diarreas y como antiinflamatorio.
La planta completa puede ser aplicada como cataplasma para mejorar las condiciones de la piel y sanar llagas y heridas. La investigación científica muestra que tanto la quinua como el amaranto poseen propiedades antibacterianas y anticancerígenas.
En el caso de la quinua, investigaciones revelaron que sus extractos, polvos y aceites de semillas, hojas y salvado pueden tener efectos quimiopreventivos y anticancerígenos. En cuanto al amaranto, estudios sugieren que tiene efectos hepatoprotectores y puede proteger contra el daño genotóxico causado por toxinas.