Psicoeducación para la diabetes
Las personas diagnosticadas con diabetes, además de percibir los cambios en su salud, pueden atravesar ansiedad y depresión, lo que dificulta su proceso de autocuidado. Una experta nos habla de cómo tratar la enfermedad desde el abordaje psicológico y la educación.
La Organización Panamericana de la Salud estima que más de 62 millones de personas en América viven con Diabetes Mellitus (tipo II) y según estadísticas del atlas que publica la Federación Internacional de la Diabetes (IDF) para Ecuador se estima que en promedio 1 de cada 10 habitantes padecen la enfermedad con y sin diagnóstico, por esa razón, más allá de combatir la enfermedad con medicamentos y dieta, la psicóloga clínica, Ana Fernanda Sánchez nos habla de la importancia de un abordaje integral, donde la salud mental y la educación son claves para que los pacientes puedan vivir mejor y las familias también aprendan a cuidarse desde la prevención.
Esta experta, quien es vicepresidenta en la Federación Internacional de Diabetes (IDF) y ha vivido de cerca esta problemática, debido a que una de sus hijas fue diagnosticada con diabetes tipo I en la niñez, hace más de 20 años decidió empezar a trabajar el aspecto emocional de las personas con diabetes.
Y es que problemas como la ansiedad y la depresión son muy comunes en los pacientes con diabetes y muchas veces estas situaciones son las que llevan a un bajo desempeño del tratamiento.
“Toda pérdida genera una reacción en las personas y cuando se trata de la pérdida de la salud se atraviesa un duelo que puede pasar por diferentes etapas: la negación, la negociación, la depresión, hasta llegar a la aceptación, pero no necesariamente estas etapas se dan de forma ordenada, pues inclusive la persona puede quedarse estacionada en alguna de estas”, nos explica la psicóloga, quien señala que las personas al salir de la consulta con este diagnóstico atraviesan este duelo.
Las emociones y la glucosa
La parte emocional juega un rol importante en el tratamiento de la diabetes, comenta la experta, quien señala que, aunque no existe la diabetes emocional, la glucosa sí puede llegar a subir no solo debido a los alimentos, sino también por las emociones.
El aspecto psicólogo es importante abordarlo correctamente ante una patología como esta para ayudar a la adherencia al tratamiento, y esto se logra cuando hay un control de las emociones, por lo que la experta asegura que la mejor vía es la psicoeducación, pues no solo se ayuda a la salud mental, sino también al aprendizaje para el control de la enfermedad.
La experta indica que al tratarse de una patología que restringe es necesario que las familias aprendan a ser más solidarias, sobre todo a la hora de la comida. Hacer la dieta del paciente para toda la familia no solo beneficia a que haya un acompañamiento, sino que a la vez puede ser beneficioso para los familiares que tienen la carga genética de la diabetes.
Además, la especialista señala que si se cambia el estilo de vida y hay control se puede comer casi de todo; lo importante es el balance.
Cambio de estilo de vida
La máster en Educación en Diabetes por la Universidad de Barcelona señala que las personas que padecen esta enfermedad crónica en la adultez tienen el gran reto de cambiar su estilo de vida drásticamente, por lo que suelen atravesar etapas de depresión, ansiedad, mal humor, resentimiento e, inclusive, aislamiento.
En muchos casos la persona empieza a esconder su realidad para que su familia o amigos no le restrinjan los alimentos, y en el caso de los niños y jóvenes, con diabetes tipo I, sus iguales no los hagan a un lado en las actividades.
Otra situación es en la que los pacientes y sus familiares empiezan la etapa de negociación, es decir, buscan soluciones alternativas, terapias o tecnologías que facilitan el control de la enfermedad, pero que no necesariamente encuentran en el país.
Esto es lo que puede evitar o demorar que el paciente acepte su realidad, retroceda o que no logre una adherencia al tratamiento, dice la psicóloga, quien al dirigir La Casa de la Diabetes en Cuenca ve a diario la lucha de los pacientes.
Aspectos para educar
La especialista nos da varios puntos a considerar para mantener la enfermedad en control:
1. La diabetes debe ser intervenida por un equipo integral: diabetólogo, nutricionista, deportólogo y psicológico.
2. Tanto el paciente como su familia deben conocer de la enfermedad y educarse en cómo mantenerla en control.
3. El paciente debe ser acompañado en el cambio del estilo de vida, y es que ya que vivimos en una sociedad donde se expresa el cariño a través de los alimentos, ser restrictivos puede ser una señal de restringir afectos, por eso si la familia también evita los productos perjudiciales y comparten una alimentación saludable, benefician a la persona con diabetes y a sí mismos.
4. La actitud positiva ayuda a que los pacientes puedan sobrellevar de mejor manera el padecer esta patología crónica.
5. El bienestar emocional es de gran aporte para que el paciente pueda llevar una vida normal en la que el autocuidado es la mejor herramienta.