Pensamientos intrusivos: ¿qué son y cómo lidiar con ellos?
La Anxiety & Depresión Association of América (ADAA) define los pensamientos intrusivos como aquellos que quedan "atascados" en la mente, causando angustia a quienes los experimentan. Un artículo reciente en el portal de la Universidad de Harvard profundiza en la naturaleza de estos, destacando su capacidad para generar miedo recurrente.
Según la explicación de Harvard, los pensamientos intrusivos suelen presentarse de manera extraña e inquietante. Su carácter radica en la capacidad de provocar miedo de forma constante. Algunos de estos pensamientos son aparentemente sin sentido, mientras que otros pueden ser explícitos, con imágenes violentas o incómodas, generando malestar, preocupación o angustia en aquellos que los experimentan.
Los pensamientos intrusivos no deseados abarcan un espectro amplio; algunos son simplemente extraños, aparentemente sin conexión con la realidad, mientras que otros pueden ser gráficos y explícitos, presentando contenido visualmente perturbador. La variabilidad en la naturaleza de estos pensamientos contribuye a la incomodidad y angustia que generan en quienes los experimentan.
La ADAA y Harvard coinciden en que la presencia constante de estos puede llevar a una necesidad urgente de deslindarse o separar la identidad personal de los pensamientos no deseados. La lucha por distanciarse emocionalmente de estas ideas intrusivas es una realidad común para quienes enfrentan este desafío emocional.
El artículo de la institución universitaria subraya la importancia de comprender y abordar los pensamientos intrusivos, ya que su presencia prolongada puede tener un impacto negativo en la salud mental de quienes los experimentan. La necesidad de conciencia y recursos para lidiar con estos pensamientos es fundamental para fomentar el bienestar emocional.
Kerry-Ann Williams, especialista en psiquiatría de la Harvard Medical School, destaca la importancia de seguir estos pasos cruciales para enfrentar pensamientos intrusivos:
- Identificación del pensamiento intrusivo:
Reconoce el pensamiento intrusivo cuando aparezca. Etiquétalo claramente como tal para crear conciencia sobre su naturaleza.
- Aceptación en lugar de resistencia:
En lugar de luchar contra el pensamiento intrusivo, acéptalo. Reconoce su presencia y permite que exista sin combatirlo, fomentando así una actitud de aceptación.
- Evitar el autojuicio:
Williams enfatiza la importancia de no juzgarse a uno mismo. Poseer pensamientos intrusivos no indica ningún problema con la persona o su salud mental. Cultivar la comprensión de que estos pensamientos no definen la valía personal es esencial para el bienestar emocional.
Siguiendo estos consejos, Williams sugiere que la aceptación y la no lucha contra los pensamientos intrusivos pueden contribuir significativamente a un enfoque más saludable para manejar este desafío emocional.
