Hacer la cama cada mañana podría ser el primer paso hacia el éxito financiero. Así lo afirma Randall Bell, socioeconomista que ha dedicado más de veinte años a estudiar los hábitos de más de 5.000 personas, desde estudiantes desempleados hasta empresarios multimillonarios. Su conclusión: el orden doméstico, especialmente el hábito de tender la cama, se asocia con mayor estabilidad económica y prosperidad.
Según sus investigaciones, quienes hacen su cama al comenzar el día tienen hasta un 206,8 % más de probabilidades de convertirse en millonarios. ¿La razón? Esta pequeña acción marca el inicio de una jornada enfocada, productiva y disciplinada. Quienes la adoptan suelen tener empleos estables, mejores ingresos y una percepción más positiva de su vida.
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El psicólogo clínico canadiense Jordan Peterson, autor del bestseller 12 reglas para la vida, también defiende esta costumbre como un pilar para el bienestar mental y emocional. Para él, poner en orden el entorno inmediato es una forma de comenzar a organizar la mente. “Cuando tu casa está en orden, es más probable que sientas que tienes el control de tu vida”, afirma. Y añade: “Si ni siquiera podemos tomarnos el tiempo para hacer nuestra propia cama, ¿cómo podemos esperar lograr grandes cosas?”.
Más allá del edredón y las almohadas, tender la cama se convierte en un acto simbólico: un mensaje silencioso al cerebro de que el día tiene estructura, intención y propósito. En un mundo donde la incertidumbre y el caos parecen estar a la orden del día, comenzar por algo tan sencillo puede marcar una gran diferencia.
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Así que antes de buscar fórmulas complejas para alcanzar el éxito, tal vez convenga mirar hacia el dormitorio. Porque a veces, el primer paso hacia una vida próspera no está en Wall Street, sino al pie de la cama.