Activistas, ecologistas, expertos, políticos, empresas y representantes de diversos sectores involucrados en la lucha climática han coincidido en “lo imparable” que es ya la senda hacia un mundo sostenible, pese a
que EEUU se haya retirado del Acuerdo de París, algo que “no sorprende, pero preocupa”.
Aunque la decisión de abandonar el Acuerdo de París, el mayor pacto climático -con casi 200 países incluidos- la anunció el presidente estadounidense, Donald Trump, al poco de llegar a la Casa Blanca, han tenido que pasar doce meses desde su ratificación, hace justo un año, para hacerse hoy definitivamente efectiva.
Los representantes de sectores involucrados con el clima consultados por Efe coinciden en manifestar que está aún por ver qué senda climática adoptará EEUU a partir de ahora, porque
no se descarta que el país vuelva a adherirse al Acuerdo si ganara finalmente el candidato demócrata, Joe Biden, las elecciones presidenciales, dado que todavía no se conoce el cómputo final de los votos.
Pero más allá de Trump o Biden, la transición hacia las energías limpias es "imparable", sostienen desde la Fundación Renovables. "De que gane uno u otro depende el ritmo de descarbonización, pero no el resultado, que es un sector energético cien por cien renovable y electrificado”, añaden.
La Fundación Renovables ha asegurado que las empresas privadas ya saben, conocen y planifican sus estrategias empresariales en función de los múltiples beneficios sociales, económicos y productivos de descarbonizar sus diferentes sectores.
Si
Estados Unidos no cambia su política medioambiental a nivel nacional, se retrocederá en la lucha climática y el reto se hará “más cuesta arriba", cuando son ya casi inabordables sus dimensiones, ha dicho sin embargo el meteorólogo José Miguel Viñas, de la red Meteored.
Es necesario un cambio profundo y rápido a muchos niveles para evitar los peores escenarios que plantean las proyecciones climáticas, y que obligue a todos los grandes emisores de gases de efecto invernadero, con EEUU a la cabeza, entre otros, a que "paren máquinas" y arrastren al resto del mundo por la senda correcta, ha dicho.
Para Mario Rodríguez, director de Greenpeace España,
la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París no es una sorpresa, y aunque "debilita“ el cumplimiento de los objetivos, "no anula la necesidad y la obligación de los demás países" de hacer todo lo necesario para salvar al clima.
"Aún quedan unas horas o días claves para que finalice el recuento electoral en Estados Unidos y es necesario esperar", ha señalado "expectante" Rodríguez.
Desde WWF, se insiste en que la noticia de Estados Unidos y el Acuerdo de París es “negativa”, aunque no tira por tierra la acción de las organizaciones y de millones de personas en todo el mundo que "estamos adoptando desde hace tiempo, para afrontar el desafío de la crisis climática".
“Tenemos que seguir promoviendo las acciones urgentes para enfrentarnos al reto climático y buscar soluciones cuya ejecución es responsabilidad de todos los sectores de la sociedad, unidos, para proteger a las personas, la naturaleza y nuestro planeta”, según la organización ecologista.
Para el diputado de Unidas Podemos Juantxo López de Uralde, que además es el presidente de la Comisión de Transición Ecológica en el Congreso, es “una mala noticia” el abandono de Estados Unidos del Acuerdo de París, aunque es necesario seguir adelante y confiar en que se reincorpore de nuevo cuanto antes.
Aunque
la lucha climática “se verá dificultada“ por la decisión de Estados Unidos, la comunidad internacional “no debe frenar su compromiso contra el cambio climático”.
Desde el movimiento Extinction Rebellion (XR), uno de los responsables de relaciones públicas, Nicolás Eliades, ha tildado de “muy lamentable” que Estados Unidos haya abandonado el Acuerdo de París, un pacto importante ha dicho, aunque "insuficiente" para mitigar el calentamiento global que amenaza al planeta.
“Es necesario que la ciudadanía tome conciencia, y que ningún gobierno pueda abandonar el Acuerdo de París así porque sí, porque no se trata de una ideología la lucha climática, sino de una realidad, también para las generaciones futuras”.
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