La globalización, el cambio climático y los estragos del turismo, han ocasionado que la sostenibilidad de las Islas Galápagos se vea amenazada. Los principales factores de riesgo están en la incidencia de las actividades humanas que desgastan poco a poco la flora y fauna de esta zona.
Aunque se pueda pensar que analizar estos efectos, solo permite crear acciones para conservar la vida natural de “las islas encantadas”, no es así. Las Islas Galápagos además de ser hogar de especies únicas en el mundo, también actúan como un sistema de alerta temprana para reconocer las amenazas en los ecosistemas insulares a nivel mundial. Por eso, su preservación requiere estrategias que sean interdisciplinarias y permanentes.
Bajo esta premisa, la Universidad North Carolina y la Universidad San Francisco de Quito fundaron el “Galápagos Science Center”, una instalación con cuatro laboratorios: microbiología y genética, ecología terrestre, ecología marina y análisis y modelado espacial que estudia los fenómenos y problemas del sitio.
Como homenaje a los diez años de esta alianza estratégica, Galápagos fue la sede escogida para albergar la “Cumbre Mundial sobre Sostenibilidad Insular”. Este evento desarrollado entre el 27 y 30 de junio, reunió a líderes de opinión y científicos de todo el mundo para discutir y compartir diferentes prácticas que preserven tanto las Islas Galápagos, como otros ecosistemas insulares en todo el mundo que presentan desafíos similares.
En este sentido, en Ecuador se han desarrollado varios proyectos desde el lado empresarial para buscar y alcanzar la sostenibilidad en este tipo de ecosistemas. Por ejemplo, el “Programa de Limpieza Costera” de la Fundación Coca-Cola Ecuador, viene desarrollándose desde el 2004 y este año, además de las jornadas de limpieza en el archipiélago, incluyen actividades en nueve áreas marinas y costeras protegidas dentro de Ecuador. Desde hace seis años, este proyecto se articula junto al apoyo del Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica, la Dirección del Parque Nacional Galápagos y la Conservación Internacional Ecuador.
El problema principal que se ha detectado, es la contaminación ocasionada por basura marina en los entornos costeros. “Es muy común ver desechos mal manejados en las playas y lo más complejo es que provienen de distintas fuentes. En Galápagos, por ejemplo, se ha encontrado basura que viene de otros continentes y llegan acá por las corrientes marinas”, explica Raúl Carvajal, gerente senior de Conservación Internacional Ecuador.
A esto le añade que también existe otro problema que no es del todo visible: la basura depositada en los fondos marinos. Esto sucede por las “pescas fantasmas” que son redes de pesca pérdidas o abandonadas en el océano y arrastran a toda la biodiversidad a su alrededor. ¿En cifras? La Organización de las Naciones Unidas estima que cada año, se pierden o abandonan 640 mil toneladas de herramientas de pesca en los océanos que matan a distintas especies, incluidos los animales marinos en peligro de extinción.
Para Paola Palacios, gerente de Asuntos Públicos, Comunicaciones y Sostenibilidad de Coca-Cola Ecuador y Perú, la importancia del Programa de Limpieza Costera es aportar al objetivo de “Un Mundo sin Residuos”, una meta de la empresa que busca recolectar y reciclar el 100% de sus productos y lograr envases 100% reciclables.
“Como Fundación apostamos por soluciones que marcan la diferencia en la vida de las personas, comunidades y el planeta. Trabajamos de la mano de distintos organismos para mitigar los impactos provocados por los desechos marinos que amenazan a la biodiversidad en múltiples paisajes como playas, manglares e incluso islas remotas de Galápagos”, afirma.
Hasta la actualidad, el Programa Limpieza Costera ha recolectado 235.165 kilogramos de desechos entre el 2004 al 2022, en más de 660 kilómetros. Entre estos sitios, se encuentran lugares remotos que no tienen pobladores ni visitantes pero que con la presencia de basura, se ve amenazada su preservación con el paso de los años.
Proteger los océanos sigue siendo una prioridad, de acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas. Dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que plantean hasta el 2030, está "Vida Submarina” que tiene como meta, gestionar de manera efectiva las áreas marinas protegidas al igual que sus recursos. También señalan la necesidad de poner en marcha reglamentos que reduzcan la sobrepesca, contaminación marina y la acidificación de los océanos.