Aunque está prohibido, en Ecuador comprar animales silvestres es tan fácil como dar un click en Facebook y conectarse con las más de 200 cuentas que trafican con fauna salvaje y realizaron publicaciones durante el pasado mes de febrero.
Vistazo corroboró que existe un abundante mercado ilegal de especies silvestres en el país, muchos de los vendedores ni siquiera intentan esconder su identidad, lo que da cuenta de la falta de vigilancia por parte de las autoridades para condenar este delito.
La mayoría son especies consideradas vulnerables por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, como tortugas morrocoy, así como especies provenientes de otras regiones, y por ende invasoras, como ciertas especies de erizos. Estos animales se pueden encontrar con frecuencia en las publicaciones de venta, que acumulan decenas de comentarios escritos por potenciales clientes.
Variadas especies de hurones, serpientes, tortugas, erizos, pericos, entre muchas más, son la principal atracción de grupos y cuentas individuales que aparecen como resultados principales tras escribir "Mascotas Silvestres Ecuador" en el buscador de Facebook, junto a etiquetas que revelan el número de miembros que tienen, se pueden contar por miles y son de acceso público y privado.
"Enorme" y "preocupante", son las palabras con las que Maritza Rubianes, comisionada de comunicación del Movimiento Animalista Nacional (MAN), utiliza para describir la problemática. La ley dirigida a delitos Informáticos no está al nivel para controlar este delito. Ni siquiera existen estadísticas que demuestren lo grave que es el problema", acota.
En este mecanismo de venta en línea destaca la facilidad con la que se puede establecer contacto con los vendedores de fauna silvestre, quienes en su mayoría poseen perfiles públicos en los que indican la especie a la venta, publican sus fotos y añaden un número de teléfono para otorgar más información.
"Ver permanentemente el tráfico, como si vender tigrillos fuera como vender un par de zapatos, cotidianiza el delito. Lo vuelve algo de todos los días", expresa Rubianes, refiriéndose a otro de los peligros que genera el fácil acceso a publicaciones relacionadas a tráfico ilegal de fauna silvestre, el cual incide en el pensamiento colectivo de la sociedad ante la mascotización de esta clase de animales.
CONTACTO CON PERSONAS QUE VENDÍAN FAUNA SILVESTRE POR MEDIO DE FACEBOOK
Vistazo contactó a distintas cuentas que ofertaban animales considerados como fauna silvestre por medio de publicaciones en Facebook. Las respuestas llegaron en cuestión de horas, en las que se detallaba el precio de la especie en venta, edad e información acerca de la entrega a los clientes.
Especies consideradas como vulnerables por organizaciones internacionales de conservación de fauna silvestre, como es el caso ya mencionado de la tortuga morrocoy, son parte de la red de tráfico que se da por redes sociales.
En muchas de las publicaciones relacionadas a tráfico de fauna silvestre se pueden ver fotos de animales residiendo en encierros que no están adaptados par cubrir sus necesidades, lo que influye negativamente en su estado de salud y se suma al estrés que el cautiverio les genera.
LAS IMPLICACIONES LEGALES DEL TRÁFICO DE FAUNA SILVESTRE POR MEDIO DE REDES SOCIALES
Inés Manzano, abogada con enfoque en casos relacionados a fauna silvestre, explica que el artículo 247 del Código Orgánico Integral Penal aborda los delitos dirigidos a la flora y fauna de Ecuador, lo que lo vuelve relevante ante este tipo de situaciones.
“La persona que cace, pesque, tale, capture, recolecte, extraiga, tenga, transporte, introduzca, almacene, trafique, provea, maltrate, se beneficie, permute o comercialice, especímenes o sus partes, sus elementos constitutivos, productos y derivados, de flora o fauna silvestre terrestre, marina o acuática, de especies listadas como protegidas por la Autoridad Ambiental Nacional o por instrumentos o tratados internacionales ratificados por el Estado, será sancionada con pena privativa de libertad de uno a tres años”, estipula el artículo mencionado en el Código Orgánico Integral Penal.
Asimismo, detalla que aunque no se efectúe la compra del animal por medio de redes sociales, el vendedor ya puede ser castigado por el artículo debido a que se le reconocería haber realizado uno de los demás motivos para que se de paso a las sanciones, como extracción maltrato y/o tenencia, como ejemplos.
Y en caso de que la compra se efectúe, se consideraría como tráfico y comercialización de aquellas especies. El cliente también sería sancionado por la compra y tenencia del animal.
"No solamente es un delito para una persona natural. También lo es para personas jurídicas. Una empresa que se dedique a exportar una especie protegida está sujeta a que se inhabilite a sus socios y accionistas", afirma Manzano, quien también señala que la clausura de la empresa y pena privativa de libertad para el representante legal son otras de las consecuencias en estos casos.
Además existen agravantes de las sanciones, como el hecho de que el delito se suscite en zonas de incubación, que tengan como objetivo especies en riesgo de extinción o que se de en un área protegida, entre otros.
Cualquier ciudadano puede denunciar a las autoridades la venta de un animal silvestre dentro del entorno urbano, por cualquier medio. Mónica Cabrera, directora de comunicación de Rescate Animal, explicó en una antigua entrevista para Vistazo que “el protocolo a seguir es comunicarse con el ECU 911, quienes están relacionados con la Policía del Medio ambiente y el Ministerio”.
Durante el 2021, se ejecutaron 897 rescates y decomisos de especies de fauna silvestre por parte del Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica.
A partir de la decisión de la Corte Constitucional de reconocer a los animales como sujetos de derechos de protección por formar parte de la naturaleza, tomada a inicios de febrero, se dio un plazo de 60 días para desarrollar instrumentos normativos con la ayuda de otras instituciones, como la Fiscalía General del Estado y el Consejo de la Judicatura.
Rubianes considera que se debe "atacar el problema de manera integral", expandiendo la concientización sobre la población en torno a la problemática, desde "todos los niveles de educación", y resalta la importancia de potenciar la capacidad de la Policía del Medio Ambiente para que puedan llegar hasta el final de todos los casos y desarmar las redes, así como la necesidad de imponer capacitaciones a toda persona que trabaje en actividades relacionadas al bienestar animal.