Dos de los glaciares más cambiantes de la Antártida, el de la isla Pine y el Thwaites en el Mar de Amundsen, se están fracturando y debilitando más rápido que nunca, lo que constituye el primer paso hacia su desintegración y un aumento drástico del nivel del mar.
Los expertos han usado datos de satélites de la Agencia Espacial Europea (ESA), la NASA y del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), para sus observaciones de estos glaciares, responsables de un aumento del 5 % del nivel del mar a nivel mundial.
Los dos glaciares unidos forman un área de hielo fluido del tamaño de Noruega y contienen suficiente agua para elevar el nivel global del mar en más de un metro, señaló la ESA en un comunicado.
Ambos han cambiado claramente su morfología en las últimas décadas que, junto con los cambios en las condiciones atmosféricas,y oceánicas y el calentamiento de los océanos han hecho que las plataformas de hielo se derritan, se adelgacen y se retiren.
Las grietas no se veían en las imágenes de 1997 y los daños parecían mucho menos frecuentes en las tomadas a partir de 2016, "lo que demuestra que el deterioro se aceleró en los dos últimos decenios y ha empeorado considerablemente en los últimos años".
Predecir cómo evolucionarán estos glaciares es fundamental para comprender el futuro de nuestros mares y nuestro planeta en el proceso de calentamiento.
El autor principal del informe Stef Lhermitte, de la Universidad Tecnológica de Delft (Holanda) explicó que han encontrado "daños estructurales en los 'márgenes de corte' de las plataformas de hielo de los glaciares, donde el hielo pasa de moverse rápidamente a moverse lentamente".
Se trata -agregó- de grandes grietas, fisuras y fracturas abiertas que indican que las plataformas de hielo se están desgarrando lentamente.
El experto explicó que, en la actualidad, las plataformas de hielo son "como un coche lento en el tráfico: obligan a cualquier cosa detrás de ellas a reducir la velocidad. Una vez que se eliminen, el hielo que hay tierra adentro podrá acelerar, lo que a su vez hará que el nivel del mar suba aún más rápido".
Estas fracturas parecen ser el inicio de un proceso de retroalimentación, que condiciona la desintegración de las plataformas de hielo.
Los resultados del estudio "ponen de relieve la necesidad urgente de incluir esos procesos de retroalimentación en las proyecciones de modelos de retirada de las plataformas de hielo, de pérdida de masa de las capas de hielo y de cambio del nivel del mar", según Mark Drinkwater de la ESA.
"Sabemos -dijo- que una cantidad significativa de hielo glacial en la Antártida Occidental está siendo afectada por el cambio climático, de hecho, un estudio reciente señaló que el 24 % de este hielo se está adelgazando rápidamente y es inestable".
Los nuevos resultados subrayan "la rapidez con que se está produciendo este daño, y revelan que los glaciares de Pine Island y Thwaites son más vulnerables que nunca".