Lucho vive con el cuidado de un atleta. En el escenario entrega la vida como si quisiera poner al límite su cuerpo y un cerebro que asimiló centenares de textos con la precisión de un orfebre. El guayaquileño actúa, canta, baila, hace stand up comedy, se ríe, llora, grita, estremece y sobre todo disfruta divirtiendo al público. Lo más extraño es que el sello de Lucho es la poesía que se desprende de sus silencios al ver la luna, la melancolía de sus lágrimas al cargar un paraguas de pajaritos y el poder cómico que exalta con tan solo caricaturizar a un congresista creído.
En “Diario de un loco”, Lucho es Ausencio y comparte el escenario con la genial Steff Alarcón, una enfermera amargada llamada Marva que lo cuida en un hospital psiquiátrico donde el burócrata recuerda su vida en el ministerio entre fantasías y fracasos. Entre dos inyecciones tranquilizantes, el dúo se desafía y se grita para poco a poco sentirse atraídos desenfrenadamente.
Lucho actuó más de 200 veces esta tragicomedia basada en un cuento de Nicolai Gogol. Estuvo acompañado por Tani Flor, Michelle Mena, Camila Moncada y Marina Salvarezza. Pasaron 30 años desde su primera representación en el teatro del Ángel, Lucho realizó algunos cambios en el texto, hoy la obra es tan moderna como reflexiva y la presencia de Steff Alarcón es tan fuerte que a Mueckay no le queda más que dar lo mejor de su poder creativo para tratar temas como la salud mental, la niñez extrañada, la burocracia despiadada, el amor imposible y la siempre presente inestabilidad política del país.
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En la obra las actuaciones son tan impactantes como los diálogos: “Me encanta ir el teatro porque los actores son respuestas que nadie ha pedido pero allí están”. Lucho y Steff se complementan y logran pasar de la comedia a momentos de gracia entre nostalgia y sentimientos extremos. Lucho habla mucho, Steff lo observa y las pocas palabras que expresa tienen una carga emocional que se asemejan a un trueno impactante o unos reclamos desgarradores.
¿Por qué escogiste actuar? le pregunté a Steff al fin de la entrevista. “Le debo al arte” me contestó. “Actuar es dar lo mejor de ti, mejorar cada día, soportar tu compañero en el escenario y conectar con el público”
Corran al Teatro Sánchez Aguilar, últimas representaciones el jueves 24, viernes 25 y sábado 26. El Diario de un loco cambiará la vida del más cuerdo.